Dr. Sergio Becerra, Director del Instituto Nacional del Cáncer

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No es una excusa razonable estar en el sistema público y por eso no entregar el 100%

– ¿De qué manera los recintos asistenciales y el propio INC pueden difundir a los usuarios sus ventajas en relación a su capacidad formativa?

Los hospitales y la salud en general tienen un desprestigio en la opinión pública. Los medios de comunicación tienen un rol muy importante en esto, y podrían apoyar la difusión de los logros de la salud pública. Nosotros contamos con un equipo de comunicaciones que ayuda a difundir los avances que se logran al interior de la institución, pero aún falta un mayor trabajo en este sentido a nivel nacional y eso probamente tenga que ver con el nivel central.

– ¿Cuáles son los logros del Instituto Nacional del Cáncer?

Este hospital tiene varias cosas buenas que destacan a nivel país. Primero, tenemos un buen nivel de grupo médico y otros profesionales asociados a la salud, como enfermeras y tecnólogos médicos, a quienes tratamos de mantener con buenas condiciones económicas  usando los incentivos adecuados, apoyados en la ley médica y otras leyes del Estado. De esta manera, intentamos que trabajen todo el día acá. Como se sabe, en los hospitales públicos es muy habitual que durante las tardes no exista personal médico porque no hay incentivos atractivos.  Hace tres o cuatro años los médicos tienen sus asignaciones a tope, gracias a la ley médica, las asignaciones de especialidades, etc., extras que va ganado el médico al hacer carrera. Esto permite que el hospital funcione gran parte del día a full capacidad. Es un modelo que debería replicarse en otros hospitales, ya que muchas veces las listas de espera se generan porque no está el recurso humano.

En segundo lugar está el equipamiento, que es muy importante. Es un esfuerzo de varios años para hacer la gestión a nivel central con el objetivo de conseguir el financiamiento. Muchas veces los hospitales carecen de esa gestión. Por otra parte,  destaca el compromiso con la salud pública y una cultura organizacional que privilegia la atención al paciente. Buscamos que el paciente se sienta acogido, sobre todo por las situaciones en que están, que son enfermedades mortales.

– ¿Son estos elementos los que permiten que la institución destaque?

Como le decía, a todo nivel buscamos la excelencia. Como equipo directivo vamos a negociar, por ejemplo, a nivel central, para que nos autoricen financiamiento. Hay que enviar un proyecto bastante contundente justificando por qué se necesita y las razones por las que solicitamos el presupuesto.

– ¿Cuál es la clave para conseguir estos recursos?

Primero, la solidez técnica de lo que se pide. Muchas veces eso no viene con un respaldo científico-técnico suficiente para ser autorizado. Esto pasa, en muchos casos, por el Ministerio de Salud y luego a Hacienda, donde ven números en relación a la eficiencia de la prestación; que sea efectiva y que ahorre dinero. Son inversiones caras pero a largo plazo ahorran dinero.

– ¿Se podría entregar alguna recomendación para liderar la salud pública en términos de gestión?

Hay que hacer un trabajo serio: un análisis de costo efectividad de lo que uno quiere pedir. Por ejemplo, hay equipamientos muy caros que se utilizan para oncología, y que la evidencia internacional muestra que su efectividad no se diferencia ampliamente de las cirugías convencionales. Nosotros no apoyamos insistir en esto. Es importante también nunca perder la fe en que se pueden conseguir los recursos. De 10 proyectos que presentamos, tal vez nos resulte uno, pero seguimos insistiendo. Lo ideal es que existiera una política nacional para ir normalizando los hospitales e ir equipándolos con lo que corresponde. Eso sería una solución de largo alcance.

– Lo que describe, ¿sería una buena política pública para proponer por parte del gremio y autoridades?

Nosotros tenemos claro que existe un déficit de equipamiento de las especialidades más importantes y de la salud pública en general. Sí, claramente se necesita una política para nivelar hacia arriba los equipamientos. No debería lograrse el financiamiento por el esfuerzo particular de un equipo, sino que sea una política pública a nivel nacional de invertir recursos. Por supuesto que nos gustaría que las nuevas autoridades fomenten la nivelación de equipamiento para cada sector de Chile.

– ¿Cuál es la población que ustedes atienden?

Nosotros cubrimos el área Norte de Santiago, pero para radioterapia cubrimos varios sectores de Santiago y también de regiones. Recibimos pacientes de todo Chile. Estamos súper concientes de la falta de recursos que hay en el sistema, pero nuestra cultura de excelencia nos permite soslayar muchas de estas carencias. No es una excusa razonable para mí que estemos en el sistema público y que por eso no se pueda entregar el 100%.