El Virus Respiratorio Sincicial (VRS) es la principal causa de bronquitis y neumonía en menores de un año. En casos graves, provoca la muerte de 1 de cada 28 lactantes a nivel mundial y fue responsable del aumento de consultas y hospitalizaciones durante la campaña de invierno 2023. Este año, el Minsal destinó $60 mil millones para adquirir un medicamento monoclonal, que logró reducir las hospitalizaciones y evitar fallecimientos en menores de un año.
Por Patricio Azolas Álvarez
Tras el cierre de la Campaña de Invierno 2024 en septiembre, el Ministerio de Salud realizó un balance positivo de la estrategia contra el virus respiratorio sincicial, calificándola de “exitosa”. La aplicación del anticuerpo monoclonal Nirsevimab en menores de 6 meses y recién nacidos no solo evitó muertes por virus respiratorios en menores de un año, sino que también disminuyó significativamente las hospitalizaciones de lactantes.
La adhesión a esta política pública fue notable, alcanzando un 90,1% de cobertura en lactantes y un 97,9% en recién nacidos. Al cierre de la campaña, las hospitalizaciones mostraron una baja del 80% respecto a 2019, del 90% respecto a 2022 y del 95% respecto a 2023. Cabe destacar que Chile es pionero en Latinoamérica en la implementación de esta política pública, ofreciendo el fármaco de forma gratuita.
Aplausos generalizados
El Virus Respiratorio Sincicial (VRS) afecta gravemente a niños, especialmente a los menores de 1 año, provocando hospitalizaciones y, en casos severos, la muerte. La Dra. Jeanette Dabanch, infectóloga que encabezó el Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones del ministerio de Salud entre 2018 y 2021 (CAVEI), explica que este virus es responsable de una alta carga de enfermedad. “Tiene un comportamiento estacional desde mayo a julio, siendo los más afectados los menores de un año y especialmente los lactantes menores de 6 meses”, explica.
En 2023, este virus alcanzó su peak en las dos primeras semanas de junio, generando escasez de camas críticas pediátricas, poniendo en jaque la estrategia del Ministerio de Salud, lo que costó la salida del entonces subsecretario de Redes Asistenciales, Dr. Fernando Araos. Este año, el panorama fue totalmente distinto, gracias a que el mes de enero, se autorizó la adquisición de 196.850 unidades de Nirsevimab, un medicamento que había demostrado reducir las hospitalizaciones en 70%.
El Colegio Médico apoyó esta campaña, confiando en que los resultados internacionales podrían replicarse en Chile. El Dr. Carlos Becerra, tesorero nacional de la Orden, recuerda que “nos parecía que a la luz de los resultados que había tenido en el hemisferio norte en el invierno, donde mostró una disminución considerable de las neumonías graves y de la mortalidad en pacientes pediátricos, valía la pena intentarlo acá. El tema en discusión era el alto costo, pero el Minsal, apoyado por organismos técnicos, como la Sociedad Chilena de Infectología y la Universidad de Chile, pudo buscar y redestinar recursos para asumir esa administración masiva a toda la población menor de 6 meses y recién nacidos del país”.
“Esta campaña permitió en este invierno tener una red asistencial mucho menos estresada en el ámbito pediátrico y lo más importante, evitar muertes”.
Dr. Carlos Becerra
Tesorero Colegio Médico de Chile
En esa línea, valora también los resultados de la política pública. “Esto contrasta con el año anterior, cuando hubo serios problemas para encontrar camas UCI pediátricas. Este invierno la red asistencial estuvo menos estresada, lo que permitió evitar muertes. El Ministerio de Salud va en la dirección correcta. El presupuesto 2025 incluirá recursos para financiar la vacunación de este grupo, lo que anticipa un invierno más tranquilo en términos de mortalidad y necesidad de camas UCI”, concluye.
La subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, recalca que “es una de las políticas de mayor impacto en la salud infantil que hayamos tenido en nuestro país” y explica que “esta inmunización es resultado de un trabajo en conjunto con el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería y la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quienes colaboraron en la importación de este medicamento y a demostrar sus resultados. A la fecha logramos una cobertura del 90% en lactantes y 98% en recién nacidos”.
“Es una de las políticas de mayor impacto en la salud infantil que hayamos tenido en nuestro país”.
Andrea Albagli
Subsecretaria de Salud Pública
El Dr. Jaime Cerda, pediatra y experto en epidemiología, subraya que esta campaña de invierno será recordada como la primera sin muertes por Virus Respiratorio Sincicial en menores de un año. “Es una señal de equidad muy grande, porque todos los beneficiarios en el país acceden al Nirsevimab; no importa su previsión o capacidad de pago, es un beneficio universal”, señala.
Extensión del grupo de riesgo
En el Proyecto de Ley de Presupuesto 2025, el Ministerio de Salud destina recursos para dar continuidad a esta política pública, a través de la adquisición del fármaco Nirsevimab para uso universal en recién nacidos y lactantes que enfrentan su primera temporada de VRS y lactantes de alto riesgo en su segunda temporada VRS.
Los expertos sugieren, en un futuro, ampliar el grupo objetivo. La Dra. Dabanch relata quprobablemente se sume la vacuna contra el VRS para las embarazadas, «como se ha hecho en otros países, de tal forma de proteger de forma pasiva, por traspaso de anticuerpos de la madre al feto y de esta forma proteger al RN y lactante. La vacuna también ha sido incorporada en algunos países para adultos mayores que son otro grupo de riesgo para la infección por VRS”.
En este mismo sentido, la Dra. Carolina Méndez, tesorera y presidenta de la rama de Neonatología la Sociedad Chilena de Pediatría (SOCHIPE), respalda la extensión a más edades, pero “hay que hacer todo el análisis con los resultados para ver cuál es la efectividad. Creo que va a ser importante incorporar poblaciones de alto riesgo, como la de los AME, pacientes que tienen alto riesgo de evolucionar grave y fallecer por un VRS”.
El pediatra y salubrista del Programa Especial de Inmunizaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Dr. Fernando González, comenta que desde el punto de vista regulatorio, es posible ampliar el rango de edad para la administración de Nirsevimab en menores hasta los 2 años, hasta la cual está autorizado su uso, pero que hay que considerar el tema de los recursos. “Es una estrategia costosa (cerca de 250 dólares cada dosis), por lo que, en base a los marcos presupuestarios, actualmente ésta se enfoca en lactantes y bebés prematuros debido a su alta vulnerabilidad al VRS. Sin embargo, si nuevos laboratorios producen este anticuerpo, y disminuyen los costos, este podría ampliarse a grupos de riesgo sobre el año de edad. La ampliación dependerá de la evidencia científica, las nuevas disposiciones de las agencias regulatorias y del presupuesto asignado para ello”, acota.
Números al servicio de la salud
En la elaboración de este plan fue fundamental el aporte de académicos e investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, entre ellos Leonardo Basso, director del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), quien ya había apoyado al Ministerio de Salud durante la pandemia de COVID-19 y desde abril de este año es parte de la Comisión de expertos en enfermedades respiratorias del Ministerio de Salud.
“El trabajo multidisciplinario entre diferentes organizaciones, el sector privado, la academia y el sector público, ha sido exitoso. Afortunadamente esta visión de trabajar desde lo científico para informar decisiones de política pública se traspasó del gobierno del presidente Piñera al gobierno del presidente Boric”, señala el académico.
“Esto permitió generar evidencia, que a la larga llevó a tomar una decisión de política pública que tuvo un éxito mundial”.
Leonardo Basso
Director Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) U. Chile
El grupo de expertos realizó un estudio de costo-efectividad, cuantificando cuál hubiera sido el impacto en atenciones de urgencias y hospitalizaciones si se hubiese utilizado el fármaco Niservimab desde el año 2019 en adelante, demostrando que los costos de adquisición -que no son bajos, considerando que el fármaco supera los 200 dólares-, eran menores a los ahorros directos que se generaban en la red.
“Lo que hicimos fue un trabajo muy específico de demostrar cuáles eran los ahorros directos en caso de que se hubiese usado el medicamento en las campañas de inviernos anteriores y lo que demostramos es que, además de los impactos en salud, quedaba dinero. Esto permitió generar evidencia, que a la larga llevó a tomar una decisión de política pública que tuvo un éxito mundial”, explica Basso.
Finalmente, respecto de la campaña 2025, en materia de prevención del VRS puntualiza que “estamos en mucho mejor pie, de hecho, hay muchos países que nos quieren imitar, que han emulado los estudios que hacemos. Siguen nuestra plataforma NirseCl, pero la buena noticia es que se comienzan a sumar nuevas alternativas, si uno quisiera evaluar”.