Desafíos Campaña de Invierno 2025: ¿Cómo convocamos a los nuevos grupos específicos?

81

La estrategia de este año del ministerio de Salud se propuso inocular al 85% de la población objetivo. Si bien la primera semana de septiembre, prácticamente se alcanzó esta meta, hubo dos grupos que encendieron las alertas: embarazadas y personas mayores de 60 años, que apenas bordearon el 65%, muy por debajo del umbral óptimo, por lo que exigen nuevas estrategias de convocatoria para el próximo año.

Por Patricio Azolas Álvarez


 

Como cada año, la Campaña de Invierno del Ministerio de Salud buscó reducir la mortalidad y morbilidad por enfermedades respiratorias estacionales, enfocándose en la vacunación contra la Influenza. Este año, a partir del 1 de abril, además se incorporó el anticuerpo monoclonal Nirsevimab contra el Virus Respiratorio Sincicial, dirigido a lactantes menores de seis meses, nacidos desde octubre de 2023, logrando una cobertura del 92,7% en ese grupo, lo que permitió disminuir la hospitalización de lactantes y que no se reportaran fallecimientos de menores de un año por este virus este año.

La campaña se lanzó el 13 de marzo y debía terminar el 15 de mayo del año 2024 o cuando se cumpliera la meta de vacunación contra la Influenza del 85% a nivel nacional. Al 31 de julio, alcanzó el 83,5% de cobertura, con 8.088.745 dosis administradas, permitiendo que a partir del 1 de agosto la población general accediera a la vacuna.

A pesar de haber logrado las coberturas adecuadas en la población objetivo, los resultados en los grupos de personas mayores de 60 años y embarazadas son preocupantes, pues apenas lograron el 64,82% (2.500.646 personas de 3.857.662) y el 64,53% (109.710 personas de 170.013), respectivamente, dejando en evidencia la necesidad de mejorar la convocatoria para estos grupos en futuras campañas.

El gran desafío

Para la presidenta del Colegio Médico, Dra. Anamaría Arriagada, es clave alcanzar las metas de vacunación en embarazadas y mayores de 60 años, considerando que los avances del sistema de salud en Chile se deben en gran parte a la estrategia de vacunación.

“Es esencial comenzar con un abordaje comunicacional mucho antes que lo que se hizo este año. Hemos conversado con la presidenta de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología y con el Colegio de Matronas para iniciar pronto un trabajo conjunto. La idea es que matronas y ginecólogos, coordinados con el MINSAL, refuercen la importancia de la vacunación durante el control preventivo de las embarazadas, abordando influenza, COVID-19 y Nirsevimab. Para ello, planeamos reunirnos en enero o febrero con las autoridades, porque resulta difícil de comprender un nivel de vacunación tan bajo en mujeres que son controladas mensualmente durante su embarazo”, explica la Dra. Arriagada.

La presidenta de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Obstetricia, Dra. María José del Río, junto a la Dra. Paula Vargas, especialista materno fetal y directora de dicha sociedad, enfatizan que es fundamental colocar todos los esfuerzos en la difusión, visibilizar el problema y concientizar a toda la sociedad.

“Tenemos una cultura fuerte de vacunar a los niños, pero el acceso y la conciencia en embarazadas son aún desafiantes. Es fundamental que el personal de salud, especialmente ginecólogos y matronas, refuercen la importancia de las vacunas que están indicadas para este grupo, pues están en más riesgo de complicarse, si es que les da influenza, por lo que la vacuna puede salvar no solo su vida, sino que la de su hijo o hija que está por nacer”, acota la Dra. Del Río.

“Es fundamental que el personal de salud, especialmente ginecólogos y matronas, refuercen la importancia de las vacunas”.

Dra. María José del Río

Pdta. SOCHOG

Por su parte, el presidente del COLMED Concepción y destacado infectólogo de la Región del Biobío, Dr. Álvaro Llancaqueo, agrega que el retraso en el inicio de la campaña afectó los resultados. “Para la campaña de invierno 2025 esperamos se mantenga la aplicación de Nirsevimab como política de prevención y respecto a la vacunación en población de riesgo, creo que es importante que ésta se realice en el período adecuado”, acota.

Acercar las vacunas a la población

En la Campaña de Invierno 2024 se dio un paso significativo al ampliar la vacunación a los adultos mayores de 60 a 64 años, un grupo etario diverso y desafiante en términos de concientización, dado que la percepción de riesgo es menor entre los más jóvenes del rango.

“Integrar pacientes más jóvenes al grupo de riesgo fue complejo e implicó una tarea mayor, ya que para este grupo de personas esta vacuna y su importancia no estaba en sus registros. El desafío ahí es más grande y requiere una campaña más focalizada desde la subsecretaría de Salud Pública y a la cual nosotros nos tendremos que plegar”, concluye la Dra. Arriagada.

La «fatiga post-pandémica» y factores como desinformación, falta de percepción de riesgo, de tiempo y experiencias negativas previas influyen en la decisión de no vacunarse, por lo que deben ser considerados a la hora de elaborar una campaña de invierno y la promoción de la vacunación. Igualmente, estudios indican que la recomendación de un profesional de la salud sigue siendo clave para mejorar la aceptación, por lo que también deben ser incorporados a la hora de promover estas políticas públicas.

Para la Dra. Gisela Alarcón, ex subsecretaria de Redes Asistenciales (2016-2018) y actual decana de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Central, “las coberturas en vacunación son cada vez más desafiantes, más aún después de la pandemia, con el número importante de vacunas que ha recibido la población”. En esta línea, sugiere que “se debe insistir en que la vacuna es la mejor herramienta de salud pública para mejorar el bienestar de la población, que también implica solidaridad pues no sólo me vacuno por mi, sino también por los que me rodean que pueden ser más vulnerables y enfermar gravemente. Apoyaría una campaña más propositiva y optimista que convoque sin generar miedo o desagrado en las personas.  También se sugiere seguir potenciando la vacunación extramuros, en lugares de trabajo, escuelas, espacios comunitarios, entre otros”.

“Apoyaría una campaña más propositiva y optimista que convoque sin generar miedo o desagrado en las personas”.

Dra. Gisela Alarcón,

Ex Subsecretaria de Redes Asistenciales

El Dr. Llancaqueo comparte esta opinión y agrega que es necesario destacar la seguridad de la vacuna. “Los procesos de vacunación son complejos, ya que se enfrentan a la resistencia poblacional, al desconocimiento y a la desconfianza por sus supuestos efectos adversos. Lo importante es que las campañas sean bien estructuradas, lideradas por equipos técnicos y con recursos adecuados, apoyadas en una comunicación de riesgo eficaz y oportuna”.

Asimismo, la presidenta nacional del Colegio de Matronas y Matrones de Chile, Lina Córdova, propone mejorar el cálculo de cobertura para embarazadas, dado que “el denominador está sobredimensionado, puesto que considera metas mayores de la población embarazada del territorio en el año. Junto con lo anterior, el Ministerio de Salud aún no dispone la vacunación de embarazadas en servicios de gineco-obstetricia y atención ambulatoria, lo que permitiría entregar la prestación en aquellas mujeres que se encuentran en control en las unidades de alto riesgo obstétrico por tener alguna patología asociada al embarazo”.

La dirigenta añade que “en la red pública de salud, la población gestante se controla en los establecimientos de atención primaria, donde se realizan las diferentes acciones para el acceso a la vacunación de estas usuarias, lo que no ocurre de igual en el sistema privado y dificulta lograr coberturas cercanas al 100%”.

Nuevas plataformas para transmitir los mensajes

El publicista y académico de la Universidad Central Ricardo Sierralta destaca que normalmente las campañas de vacunación tienen una cobertura bastante amplia, porque se promueven a través de los mismos consultorios; sin embargo, estos llamados a la población objetivo se pueden reforzar utilizando de mejor manera las plataformas o redes sociales actuales.

“Respecto de los hábitos de consumo de las personas mayores de 60 años, estamos viendo que hay un nivel muy alto de acceso a plataformas digitales como TikTok, por ejemplo, donde se pueden generar una serie de contenidos que sean atractivos, mucho más cercanos y empáticos con la realidad de esas personas, y que a la vez sean entretenidos. La información en las redes sociales no puede ser muy conservadora”, explica.

“En las personas mayores de 60 años, estamos viendo que hay un nivel muy alto de acceso a plataformas digitales como TikTok”.

Ricardo Sierralta,

Publicista y académico U. Central

El académico también menciona que los medios tradicionales, como la prensa escrita, resultan poco efectivos, debido a la pérdida de hábitos de lectura y la baja suscripción entre personas mayores de 55 años. “Una buena estrategia digital, acompañada de contenido en redes sociales podría aumentar los índices de vacunación. Hay una oportunidad para desarrollar contenidos mediante canales que patrocine el Ministerio de Salud junto a otras organizaciones para viralizar mensajes lúdicos y entretenidos”, concluye.