Dr. Jorge Rojas Zegers, Premio Nacional de Medicina 2024: “En Coaniquem se ofrece una atención gratuita, sin lista de espera, sin rechazo y sin cobro”

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Es médico cirujano plástico y reconstructivo, especialista en el área de cuidado y rehabilitación de quemaduras y en malformaciones craneofaciales. Dentro de sus principales hitos, se destaca la creación de la Corporación de Ayuda al Niño Quemado, Coaniquem, así como impulsar la Ley 19.680 que prohíbe el uso particular de fuegos artificiales.

Por Patricio Azolas Álvarez


 

Recuerda que su familia ha vivido siempre la música muy intensamente, e incluso, destaca que desde pequeño participaba en el coro de su colegio y que se aprendía de memoria las cuatro voces para enseñárselas a sus hermanos y replicar estas melodías en el coro familiar. “Fue muy bonito, porque, incluso, ese coro cantó en el matrimonio de mi primera hermana”, cuenta el Dr. Rojas.

El especialista proviene de una familia numerosa compuesta por su padre Enrique Rojas, su madre, Josefina Zegers y ocho hermanos (seis hombres y dos mujeres, uno ya fallecido) y muy religiosa (católicos), donde aprendió lo que era la solidaridad, saber que la persona valía por quién era y no por cuánto tenía. Además, destaca que fue formado en valores humanos y cristianos y en la alegría de compartir y, sobre todo, de servir.

Una de las claves en su infancia y enseñanza de vida fue que su familia le inculcó que no era el único, que los recursos eran estrechos, que había que saber compartir y todas estas enseñanzas se reforzaron cuando ingresó al Colegio de los Sagrados Corazones de la Alameda, al igual que su padre, porque ahí conoció a personas adineradas y otras con menos recursos, lo que le permitió tener una facilidad de conectar con cualquier persona y también una actitud de mucha tolerancia en el sentido de ser capaz de aceptar al otro como es y no como uno quisiera que sea.

La formación humanista-cristiana del Dr. Rojas fue el pilar que lo impulsó a estudiar simultáneamente música y medicina. Con gran esfuerzo, en 1972 se graduó como concertista en guitarra, y en 1974 obtuvo el título de médico cirujano en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En su familia no había ningún médico. Relata que su motivación para seguir esta carrera fue la actitud que tuvo el pediatra que los iba a atender a la casa, ya que su padre trabajaba de periodista en la Caja de Empleados Públicos y tenían un sistema de atención domiciliaria. La figura de este doctor a domicilio, de un médico de atención primaria, que iba a una empresa del Estado “me llevó a descubrir que quería ser médico, pero también quería ser músico y por qué músico, porque mi familia está muy ligada a la historia de la música en Chile. La fundadora del conservatorio, doña Isidora Zegers, era hermana de mi tatarabuelo, José Zegers. Entonces la música siempre ha estado presente en la familia, hicimos música toda la vida. Estos dos elementos en mi infancia me llevaron a definirme como músico y médico”, explica el Dr. Rojas.

Sus siete hijos también heredaron el amor por la música y la religión; está casado con la cardióloga María Ester Goldsack quien también les fomentó la pintura y el baile. Ellos se desempeñan en diversas profesiones entre las que confluyen un psicólogo, un arquitecto, una actriz y licenciada en estética, una diseñadora gráfica y cantante lírica, dos doctoras y un doctor. Algunos de ellos están relacionados con Coaniquem.

Premio Nacional de Medicina

Este reconocimiento se creó en el año 2001 con el fin de resaltar la obra de aquellos médicos que han sobresalido entre sus pares por su exitosa labor en el área clínica o de salud pública, además de destacarse en docencia, administración académica o investigación. Cada dos años este máximo galardón se otorga a los profesionales en Chile y este 2024 recayó en el Dr. Jorge Rojas Zegers.

¿Qué significó para usted haber recibido esta distinción?

“Lo primero, es un premio muy especial, porque no es un premio que lo da la autoridad política, lo dan los pares: el Colegio Médico de Chile, la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (ASOFAMECH) la Academia Chilena de Medicina y la Asociación de Sociedades Científicas Médicas de Chile (ASOCIMED). Es un galardón muy, muy querido. Ahora, para mí fue una tremenda alegría, pero inmediatamente dije, ¿por qué? ¿Qué tengo o qué he hecho que me hace merecedor de este premio? Y finalmente siempre he dicho y lo mantengo, que es un premio para todo Coaniquem. Trabajamos 660 personas y cuando lo fundé, éramos sólo seis personas; atendíamos en la comuna de Pudahuel y ahora estamos en todo Chile. Es impresionante cómo esto ha crecido y se ha desarrollado”, destaca.

El especialista explica que evita usar la palabra «orgullo» para describir este reconocimiento, ya que considera el orgullo un defecto. “Me da una tremenda alegría, una alegría contagiosa. Es gratificante saber que hacer bien las cosas permite servir mejor, y eso mismo motiva a otros a vivir esta experiencia de servicio, enfocándose en el placer de ayudar y no en el valor económico. En Coaniquem, de hecho, ofrecemos atención gratuita, sin lista de espera, sin rechazo y sin cobro”.

Coaniquem: un miembro más de la familia

Desde su fundación en 1979 y la apertura de su primer centro de atención en Pudahuel, Coaniquem suma cuatro centros de rehabilitación, cerca de 150.000 pacientes atendidos de Chile y Latinoamérica, más de 2.000 profesionales de la salud formados en la institución, una casa de acogida, un colegio hospitalario y un Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación; entre otros hitos conseguidos con un exitoso modelo de gestión.

Además, en 1998 se creó en Estados Unidos la Fundación Coaniquem BCF (Coaniquem Burned Center AID for Children Foundation) con el objetivo de conseguir recursos para financiar el programa internacional de Coaniquem que beneficia a 20 países de América Latina y el Caribe.

¿Qué valor tiene para usted la Fundación Coaniquem?

“Bueno, para mí, y siempre lo he dicho, es mi tercer hijo, porque nació Jorge, nació Rodrigo y después nació Coaniquem. Por tanto, mis hijos vivieron la experiencia de Coaniquem desde el comienzo y fueron de alguna manera actores en esto. Esta iniciativa la hicimos junto con mi esposa, es decir, lo hicimos siempre con ella y mis hijos, o sea, nunca dijimos la familia o Coaniquem, es desde la familia y eso es lo interesante, porque esta visión que es de un pasar estrecho, de aprender a compartir, es lo que se ha proyectado en Coaniquem; es como mi familia extendida”.

Asimismo, señaló que “estamos atendiendo a 8.700 pacientes en el año, o sea, estamos hablando de una cuestión súper grande, más de 150.000 pacientes rehabilitados, no hay ninguna experiencia que nosotros conozcamos más grande en el mundo, siendo un país tan chico”.

“Conozco médicos jóvenes y mis propios hijos, con un compromiso social, una entrega, de estudio, una seriedad enorme”.

Música y medicina: el complemento perfecto

A pesar de todos los logros profesionales que ha tenido el Dr. Rojas en el área de la medicina, nunca abandonó su otra pasión que es la música, ya que también es compositor y en este último tiempo está dedicado a dar conciertos en Santiago.

Actualmente, ¿Qué trabajo está desarrollando con la música?

“Acabo de dar dos conciertos. Soy un compositor con una gran cantidad de partituras, casi trescientas obras. Es así como ofrecimos dos conciertos sobre un oratorio que escribí con texto de San Juan de la Cruz, y estos conciertos se dieron en el monasterio Benedictino de Las Condes y en el monasterio El Carmen Alto de San José de la Madre Carmelita en la calle Pedro Valdivia. Estos conciertos fueron un tremendo éxito. Participó el coro Escuela Arcis XXI, que dirige y creó la maestra Silvia Sandoval, y 21 personas; y por otra parte, tres guitarristas donde toqué con alumnos míos. Fui profesor titular de la cátedra de guitarra en la U. de Chile, y estamos terminando también de forma paralela, la grabación profesional en el santuario de Cristo Flagelado en Coaniquem que es un espacio donde nosotros tenemos un área de arte, ciencia y cultura, y ahí estamos realizando las grabaciones para poder tener un registro y para subir a YouTube esta información, dejando un registro de esta obra, que es una obra importante de arte sacro mayor”.

Un mensaje a las futuras generaciones

Chile y el mundo están viviendo momentos o procesos complejos. La post-pandemia, inquietudes sociales, conflictos bélicos en distintos continentes por mencionar algunos acontecimientos. En este contexto, ¿qué aconsejaría a las nuevas generaciones de médicos y médicas que se están formando en las distintas universidades del país?

“Primero, les digo que los admiro mucho. Esto de que los médicos jóvenes son así, son acá, no es tan así. Es un estereotipo. Conozco médicos jóvenes y mis propios hijos, con un compromiso social, una entrega, un estudio, una seriedad enorme. Pero me atrevería a dar siete conceptos que son siete ideas que nacen de siete amenazas: primero, la avaricia. Me quedo con lo que sé y no lo comparto con nadie. ¿Cuál es lo opuesto? La generosidad. Coaniquem es generoso, porque da todo lo que tiene y es gratis. Invito a mis colegas que sean generosos con lo que saben, con su colega, con el paciente. Segundo, la soberbia, el orgullo. Lo sé todo, nadie tiene que enseñarme nada. Hay que ser humildes, capaces de oír al otro, pensar que el otro sabe algo que yo no sé. Tercero, estar muy centrado en la familia, que es la gran amenazada. Considerar a los padres, a los hermanos, a ese paciente como un ser aislado, un ser de enorme herida, porque es un hijo de Dios. Por tanto, tengo una familia y tengo que servir a toda esa familia. Esa familia entera está afectada por esta enfermedad. Es una dimensión social de la medicina”.

Además, señala que otro de los conceptos tiene relación con la pereza. “Me da lata, no estoy ni ahí. Contra esto, hay que ser diligente, hacer las cosas bien y ahora. Otro punto tiene que ver con la envidia y el antídoto, para esto es el amor, pero en el servicio aquí y ahora, el placer de servir. La que sigue, que también es peligrosa, que es el hedonismo, el goce sensual por el goce sensual, sensaciones placenteras, y para enfrentar aquello está la templanza, ser capaz de ser lo que soy, tener raíces, saber que detrás del mundo del alcohol, de la droga, de la pornografía, de todos estos antivalores seductores, uno va a un despeñadero y para un médico es fundamental. El profesional sin templanza no funciona, se debe levantar a las 3 de la mañana porque hay un turno, pero sin reclamar. Y la última, para mí es el broche de oro, la paciencia. A veces da rabia, la sensación es la ira cuando uno se revela, ¿por qué esta cuestión no funciona? ¿por qué este hospital falta esto? Bueno, esa ira hay que contenerla y saber que todo este proceso, es un camino, es tenerme paciencia a mí mismo, porque voy a caer muchas veces, y tener paciencia con los otros. El médico debe tener muy claro que si no tiene estas metas altas, no va a poder hacer aquello para lo cual definió su propia vocación. Nadie lo obligó a ser médico”, concluye.

“Esta iniciativa la hicimos junto con mi esposa, es decir, lo hicimos siempre con ella y mis hijos, o sea, nunca dijimos la familia o Coaniquem”.

Trayectoria del Dr. Jorge Rojas Zegers

  • Realizó su formación médica de posgrado en Cirugía Infantil en el Hospital Roberto del Río, especializándose, posteriormente, en Cirugía Plástica y Reparadora. Además, efectuó una pasantía en Barcelona, España y estadías de perfeccionamiento en hospitales y universidades de Estados Unidos también fueron parte de su especialización en rehabilitación quirúrgica de pacientes quemados. Su expertise clínica y conocimiento le han permitido realizar docencia de pre y posgrado, así como publicar más de 30 artículos científicos sobre temas como el tratamiento de fisura palatina, epidemiología de las quemaduras en población pediátrica en Chile y colonización bacteriana en piel de niños quemados, entre otros.
  • Precursor de la ficha médica electrónica y telemedicina en Chile, a través de la solución de TI Infoquem en Coaniquem.
  • Impulsor de la Ley 19.680, promulgada en el año 2000, que prohíbe el uso particular y venta de fuegos artificiales y regula los espectáculos pirotécnicos. La normativa ha sido referente para otros países de la región y fue un avance destacado por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos.
  • Gestor y líder del primer Registro Latinoamericano de Pacientes Quemados (RELAQ), en colaboración con la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Organización Panamericana de la Salud, OPS, entre otras instituciones. Está en fase piloto y tiene por objetivo incorporar gratuitamente a toda América Latina.