El mundo ha cambiado. La inmediatez y la infinitud de la información son una realidad omnipresente. El contexto social y cultural tiende a abrirse ante temas que antes eran tabú. La llegada del nuevo milenio trajo nuevas formas de relacionarse y la medicina no está exenta del fenómeno. ¿Cómo son los médicos de esta nueva generación? ¿Cómo relacionarse con los pacientes del nuevo siglo? Acá algunas claves.
Nacieron después de 1980. Están conectados a un smartphone, tablet o laptop, y siguen al minuto lo que está pasando en sus vidas y el mundo. “No viven para trabajar, trabajan para vivir”, según el periódico británico The Guardian. Son “nativos digitales” según la edición mexicana de Revista Forbes. “Son la generación malcriada que quiere cambiar el mundo”, titula el diario español ABC. Les llaman millennials.
La prensa mundial se ha rendido a analizar las características de la generación finisecular que ha crecido en un mundo globalizado, conectado e hipermoderno. Las tendencias son claras. Según el sociólogo e investigador del Centro de Estudios Socioculturales (CESC), Raúl Zarzuri, “es una generación que no duda en expresar su opinión y consideran a la justicia como uno de los valores que tiene más alta valía”, apunta el especialista.
En Chile, la Séptima Encuesta sobre Participación de Jóvenes realizada en 2016 por la Universidad Diego Portales, describe a las personas entre 18 y 29 años de edad como desconfiados de las instituciones, del sistema y de los políticos. Como individuos que comparten información en redes sociales y que el 91% utiliza WhatsApp y un 94% tiene una cuenta en Facebook.
Para Zarzuri estos jóvenes poseen características y habilidades particulares: una forma de pensar, procesar la información y preferencias de aprendizaje adecuada a los nuevos tiempos y al nuevo panorama global de información. El modelo político, social, cultural y democrático en el cual crecieron es diferente al que conocieron sus padres y abuelos. Esto, permeado con libre acceso a la información, les ha forjado una espíritu crítico e individual.
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“El acceso a la información nos permite ser más conscientes de las diferencias que se dan entre los afiliados al sistema público y privado, de las inequidades en el acceso de salud y cómo esto repercute en la calidad de vida de las personas”.
Beatriz Koryzma, dirigente estudiantil Universidad de Concepción.
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¿Y qué hay de los médicos millennials?
El estudio realizado por Rural Health Workforce Australia describió a estudiantes del área de la salud (medicina, enfermería y carreras relacionadas) como conocedores de la tecnología, con alta valoración a la calidad de vida, como personas que disfrutan de la conexión social, que se adaptan a las nuevas condiciones de trabajo y que son bastante competitivos.
La Dra. Solange Rivera, subdirectora de Pregrado de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica, señala que esta nueva camada de médicos “en la medida que avanzan en la carrera empiezan a interrogarse cómo equilibrar la vida personal con la profesional”.
El estudiante de medicina de la Universidad de Chile, Hans Gubelin, dice que “preferimos y nos preocupamos mucho de la calidad de vida. No estamos tan conectados con esa idea antigua según la que hay que ‘romperse la espalda’ para obtener un futuro”.
La dirigente estudiantil y alumna de medicina de la Universidad de Concepción, Beatriz Koryzma, señala que están bastante conectados con el “uso de la tecnología” para acceder a información y bibliografía actualizada. Opinión que comparte el ex subsecretario de Redes Asistenciales y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, Dr. Luis Castillo. “Los jóvenes tienen acceso a mayor información, más requerimientos y más obligaciones, pero también se toman más atribuciones”.
El vicepresidente del Centro de Estudiantes de Medicina de la Universidad de La Frontera, Allan Vera, establece que como futuros profesionales se sienten lejanos al modelo tradicional paternalista. Para el estudiante, el futuro médico debe saber de las necesidades físicas, psicológicas y sociales del paciente. “Hay que hacerlo participe de su tratamiento”, resume.
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“Tenemos mucha cercanía con la tecnología y redes sociales. Es fácil organizarnos, hacernos consultas académicas. Entonces se abre una gama de oportunidades para la enseñanza”.
Hans Gubelin, estudiante medicina Universidad de Chile.
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Un nuevo paradigma
El informe presentado por la consultora Salesforce, State of the Connected Patient, dice que el 71% por ciento de los jóvenes estadounidenses estaría interesado en que el médico les recete una aplicación móvil.
Según el Primer Reporte de E-Health en Chile realizado por el think tank TrenDigital, el 19% de los encuestados se ha contactado con su médico vía celular o mail; un 6% lo ha hecho a través de WhatsApp y el 90% de éstos, estaría dispuesto a pagar por una consulta online por un especialista y ser atendido durante las 24 horas.
El investigador del citado centro de estudios, Daniel Halpern, dice que los profesionales jóvenes deberían tener competencias digitales para orientar a sus usuarios en la búsqueda de información y recetar aplicaciones móviles de su especialidad. “Se tiene que utilizar la tecnología en función de la ciencia”, argumenta.
El presidente de la Fundación de Asistencia Legal del Colegio Médico, Dr. Sergio Rojas, explica que la medicina está constantemente evolucionando, considerando avances científicos y modelos de atención. Explica que hoy conviven un paradigma tradicional, más paternalista y vertical, con un paradigma emergente en el que el paciente, influenciado por la generación millennial, está más informado y es más crítico en el proceso de atención.
“Este paradigma emergente, surge a partir de un tipo de paciente más informado, consciente de sus derechos, que exige una mayor participación e información en el tratamiento, pero que siempre va a evitar asumir las responsabilidades ante un evento adverso. Para nosotros un tránsito exitoso entre el viejo y el nuevo paradigma exige siempre velar por la calidad en la atención y hacer énfasis en la cercanía con el paciente”, comenta el Dr. Sergio Rojas.
“Más confianza y soltura”
La nueva camada de estudiantes y médicos jóvenes, al tener una mayor vinculación con la tecnología e información inmediata, les ha forjado una capacidad crítica. En palabras del subdirector de Pregrado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Dr. Jose Peralta, esta característica les permite “investigar por su propia cuenta sobre asuntos que les interesan y formarse una propia postura sobre éstos libremente, sin la intervención y o la imposición de posturas por parte de otros”.
Lo expuesto les ha permitido tener mayor “confianza y soltura” para expresar sus demandas sociales, políticas y académicas, complementa la estudiante Beatriz Koryzma.
El director de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Mauricio Osorio explica que los futuros médicos han ido expresando una postura de exigencia ante este “contrato que mantienen las familias y las universidades, donde ellos se transforman finalmente en los clientes ante la universidad que les enseña la medicina”.
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“Parte de los estudiantes de medicina sólo se dedica a estudiar, pero una gran parte también se dedica a temas sociales para responder a las necesidades de las personas”.
Allan Vera, dirigente estudiantil Universidad de La Frontera.
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Entonces, ¿cómo enseñar la medicina?
Tienen capacidad de organización social, son críticos de la realidad, pero proactivos y ofrecen soluciones. Estas características son una oportunidad para la directora de la carrera de Medicina de la Universidad del Desarrollo, Dra. Cristina Biehl.
“Los estudiantes son distintos. Tienen diferentes intereses y una conectividad mayor, a diferencia de lo que era hace 20 ó 30 años. Deben saber a qué información médica llegar y qué hacer con ella en beneficio del paciente”, sintetiza.
La Dra. Solange Rivera agrega que “el aporte del contacto y la docencia tutorial, está en transmitir experiencia, y permitir que el alumno aprenda haciendo e integre el conocimiento en cada contacto con los pacientes y los equipos de salud”.
“En este aspecto, son ellos el motor de cambio en el sistema de salud”, complementa el ex subsecretario de redes asistenciales, Dr. Luis Castillo.
El jefe de la carrera de Medicina de la Universidad de Concepción, Dr. Jorge Figueroa, recomienda que en el ámbito personal los futuros médicos deben mantenerse actualizados en la disciplina médica para brindar una atención oportuna y de calidad. Asimismo, buscar las instancias de especialización médica. Por último, “recuperar la confianza de la población, siendo médicos comprometidos con la salud pública del país; empáticos con la problemática de nuestros pacientes; líderes de los equipos de salud y creativos en resolver los problemas de salud prevalentes de nuestro país”, subraya.
El académico y director de la Fundación de Asistencia Legal, Dr. Eduardo Welch, establece que “nosotros tenemos que marchar de acuerdo a las necesidades de la sociedad e ir adaptándonos a ella. También tenemos que adaptarnos a las nuevas visiones de la medicina con el fin de humanizarla. Esto obviamente, se debe hacer desde pregrado y sobre esto Pre Falmed y Falmed, tienen mucho que decir. Nuestra Fundación está dispuesta a aceptar los cambios en bienestar del profesional y del paciente”, concluye el Dr. Welch.