Dr. Yuri Carvajal y Dra. Pamela Schellman
Pdte. y Secretaria Técnica Depto.
Medio Ambiente COLMED
La formación médica es un problema nunca cerrado. Tenemos dos grandes modelos que han alimentado la formación durante los últimos dos siglos: la tradición de la revolución francesa de George Cabanis y Felix Vic D’ Azyr, y la de Abraham Flexner, en Estados Unidos.
Aunque en la actualidad, creemos sustentar la formación en metaanálisis, significancia estadística, evidencia, revisiones sistemáticas o el índice de impacto, como forma de dirimir qué habría que saber entre todo lo que no sabemos.
Pero la formación, médica y profesional (y quizás con mayor intensidad la de niños y jóvenes), requieren un esfuerzo por comprender el mundo en que se ejerce, especialmente el nuestro, donde el conocimiento es un factor clave de organización de este mismo mundo.
En el caso de la formación profesional, se requiere entender y utilizar las nociones científicas en uso, la adquisición y mantención de la pericia técnica. Además, situar todo eso en circunstancias y territorios concretos y en el espíritu del tiempo presente.
En los años 60 la medicina chilena y el Colegio Médico debatieron sobre la formación médica, ciencias sociales y humanidades, que paradójicamente hasta el día de hoy constituyen ausencias reales en la formación de las y los colegas. Una recuperación imperiosa ayudaría a la formación de profesionales que valoren y aprecien los saberes contemporáneos de sociología, historia y filosofía, cruciales para acercarse al espíritu de este tiempo.
Pero también debemos considerar que el debate sobre Salud Planetaria y biodiversidad y salud nos hace constatar lo desactualizados que estamos respecto de biología, ecología y evolución. ¿Cómo ejercer la medicina sin comprender los ecosistemas en los que vivimos y su relación con la salud?
Necesitamos una transformación radical de la formación médica que nos prepare para el ejercicio de la medicina en el Antropoceno. Aprender a leer el presente, el cambio climático y sus implicancias, las dificultades planetarias analizadas por el IPCC y el trabajo de las COP, entender de qué trata el negacionismo, aprender a sopesar argumentos y posturas. Una formación que encarne y sustente los propósitos de “Un compromiso por la salud planetaria para unir a los profesionales de la salud en el Antropoceno”, del 2020.
El Consorcio Global de Universidades para la Salud Global (CUGH) ha delineado ocho áreas clave que deben incorporarse a la educación médica: cambios en el sistema tierra, sistemas ecológicos, efectos en la salud humana, evaluación de riesgos, gobernanza, acción, ética y comunicación.
Nuestro Departamento de Medio Ambiente considera que la formación médica es un aspecto crucial para abordar las dificultades ambientales en salud, desde una perspectiva ecológica. Para avanzar en ello hemos estado en conversaciones con jefes de carrera de medicina, para preparar el trabajo con ASOFAMECH, y hemos revisado distintos documentos relacionados con el tema, además de trabajar en una propuesta de Escuela Nacional de Médicos Centinela del Medio Ambiente, en el tema de vigilancia ambiental y sanitaria, educación sanitaria en el contexto de «Salud Planetaria».
Hacemos un llamado a nuestros colegas a sumarse a este esfuerzo, contactándonos al correo [email protected]. El futuro de la medicina no puede desvincularse del futuro del planeta.