Dr. Óscar Román A.
La Revolución Industrial es definida, en la evolución de las cuatro últimas centenas del mundo, como los cambios socio-económicos determinados por avances de los medios de producción, tensiones y conflictos entre naciones, cambios científicos, climáticos y aún, pandemias.
La primera Revolución Industrial reconocida fue la iniciada en Inglaterra con el desarrollo de industrias agrarias, artesanales y de vestuario, que requerían trabajadores no especializados, reclutados la mayoría en el campo o en la periferia de grandes ciudades. Apareció un denominador común, el capital, y una clase ciudadana empresarial que regía la conjunción capital/trabajador. Esta revolución se extendió rápidamente al norte de Europa, y América del Norte y Australia entre los años 1700 y 1800 y permanece vigente, aunque en la sombra, hasta el presente.
La segunda Revolución Industrial se produjo con la aparición del motor a carbón, que estimuló y cambió el transporte marítimo y terrestre. Se produjo a fines de los años 1790 y comienzo del 1.800. Fue paralela a la Ilustración y al desarrollo de la artística pictórica y musical.
La tercera revolución fue desencadenada por la aparición de la electricidad y el teléfono a mediados del 1.800. Marca en ciertos aspectos el desarrollo de la Modernidad filosófica y social.
La cuarta evolución corresponde al uso y desarrollo de la industria metalúrgica pesada, con fábricas industriales y especialmente, con el desarrollo de armas pesadas (cañones, tanques), y como se comprende, corresponde al período de las dos grandes guerras universales. En paralelo, se producen los movimientos sociales y políticos que dan origen a los imperialismos y/o populismos totalitarios.
La quinta etapa está marcada por la tecnología digital, que llega a 5G, y que ha extendido y perfeccionado las redes sociales y la comunicación entre los habitantes de diferentes y lejanas regiones en forma casi instantánea. Se presume el desarrollo de una sociedad súper-inteligente, con información para la industria, la salud y otras áreas, de manera que se genera una sociedad humano-céntrica.
Se ha planteado que esta Quinta Revolución Industrial acarrea nuevos desafíos, porque el desarrollo que puede llegar a provocar requiere diversas adaptaciones y cambios progresivos. Sin embargo, se trata de un nuevo futuro.
Referencia. Cortés M, Universidad Bdo. O´Higgins, Santiago, Chile.
