Teatro en el COLMED: «La Secreta Obscenidad de Cada Día» regresa a sus orígenes para celebrar 40 años de historia

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Cuatro décadas después de su estreno, la icónica obra de Marco Antonio de la Parra volvió a presentarse en el Colegio Médico, el mismo lugar donde comenzó su recorrido en 1984 tras ganar un concurso de teatro. Con dos funciones especiales, protagonizadas por su elenco original, la pieza demostró que sigue igual de vigente que en sus orígenes.

Por Daniela Zúñiga Ríos


 

Un banco de plaza. Dos personajes inspirados en Carlos Marx y Sigmund Freud, envueltos en un diálogo delirante y provocador que revela las contradicciones de la sociedad. Así transcurre «La Secreta Obscenidad de Cada Día», una de las obras más emblemáticas del teatro chileno contemporáneo, que este año celebró su 40º aniversario con funciones a sala llena en el Teatro Finis Terrae y con dos presentaciones especiales en el Colegio Médico, el mismo lugar donde nació.

La historia de esta obra está íntimamente ligada al Colegio Médico. En 1984, la institución organizó un concurso de teatro en el Club Médico, ubicado en Lo Barnechea, en el que participaron los psiquiatras Marco Antonio de la Parra y León Cohen con esta pieza teatral. Presentaron un montaje sencillo, sin grandes recursos ni utilería, utilizando únicamente una banca de jardín del recinto, la misma que sigue acompañando la obra hasta hoy. Su propuesta les valió el primer lugar en el certamen, marcando el inicio de un recorrido que, 40 años después, sigue vigente en escenarios de Chile y el mundo.

Desde su estreno, en plena dictadura, ha sido representada en más de 15 países, traducida a diversos idiomas y reconocida con premios como el Saúl Benavente en Buenos Aires. La Sociedad General de Actores y Escritores (SGAE) de España la ha catalogado como la obra chilena de más larga vida en representaciones alrededor del mundo.

Un encuentro cargado de simbolismo

Las dos funciones especiales realizadas en el Colegio Médico no solo significaron un regreso a su casa, sino también un momento de profunda emoción para los protagonistas. La obra se presentó en el auditorio del nuevo edificio Esmeralda, con una audiencia de colegiados y colegiadas que, al final de cada función, participaron en un conversatorio con los actores.

«Estamos volviendo al lugar donde todo comenzó. Es una experiencia maravillosa, estamos muy agradecidos», comentó Marco Antonio de la Parra, resaltando la conexión entre la obra y el Colegio Médico.

Por su parte, el Dr. León Cohen destacó la carga emotiva de estas funciones: «Para nosotros es muy importante porque este es nuestro Colegio, el mismo que en 1984 nos dio el impulso inicial. Además, seguimos usando el banco original del Club Médico, lo que hace que esta relación sea aún más entrañable».

La Dra. Anamaría Arriagada, presidenta del Colegio Médico, valoró la trayectoria de la obra y el aporte de sus protagonistas al teatro nacional: «Estamos muy contentos de recibir a estos grandes actores, dramaturgos y colegas en nuestro nuevo auditorio. Además, como Colegio hemos decidido impulsar el nombre del Dr. Marco Antonio de la Parra como candidato al Premio Nacional de Artes, por su enorme contribución al teatro, la literatura y la cultura de nuestro país».

Una obra que sigue desafiando al espectador

Desde su estreno, «La Secreta Obscenidad de Cada Día» ha desafiado la percepción de la realidad con un juego de identidades que entrelaza psicoanálisis, política e historia. Lo que al principio parece una escena de exhibicionismo en una plaza pública del barrio alto, frente a un colegio de niñas, pronto se transforma en un debate filosófico entre Freud y Marx, para luego dar un giro inesperado hacia el horror más profundo de la dictadura chilena.
El propio De la Parra lo explica así: “Un texto donde el espectador fuese engañado en un juego de muñecas rusas donde una escena contuviese otra y no se supiera hasta el final cuál era la realidad. Engañar al espectador. Que crea que son un par de exhibicionistas y luego que vienen del oscuro e innombrable mundo de la tortura que llamábamos la “tortuga”. Y luego que dicen que son Freud y Marx. Dicen que son. Ese equívoco glorioso y psicótico del cual vive el teatro. El espectador entra en trance, el actor es un ilusionista, el dramaturgo un prestidigitador de la palabra. Dicen que son y basta. Son».
Con su regreso al Colegio Médico, la obra reafirma su vigencia y su capacidad de incomodar, provocar y hacer reflexionar. 40 años después, sigue siendo un testimonio de la fuerza del teatro como herramienta de memoria y crítica social.


 

Marco Antonio de la Parra: Una vida dedicada a la dramaturgia y la cultura

Nacido en Santiago en 1952, es un creador multifacético: dramaturgo, escritor, psiquiatra, guionista y académico. Se tituló de médico cirujano con especialidad en psiquiatría de adultos en la Universidad de Chile, donde también dirigió el Teatro de la Facultad de Medicina entre los años 1974 y 1976.

Es autor de un centenar de obras teatrales, novelas y ensayos, muchos de ellos traducidos a distintos idiomas y representados en escenarios de Europa, América Latina y Asia.
Ha sido galardonado con el Premio Saúl Benavente al Mejor Espectáculo Extranjero de la temporada 2004, en Buenos Aires, y su trayectoria profesional fue distinguida en el año 2003 con el Premio Max a la Figura Teatral Hispanoamericana que otorga la SGAE.
En el ámbito académico, ha sido director de la Escuela de Teatro y de la Carrera de Literatura de la Universidad Finis Terrae, además de profesor en la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Además, ha incursionado en la televisión como crítico, productor de guiones y conductor de programas culturales. También mantiene una activa presencia en medios con columnas de opinión sobre arte, literatura y política.

Con una trayectoria que abarca más de cuatro décadas, Marco Antonio de la Parra se ha consolidado como una de las figuras más influyentes del teatro y la literatura chilena.