Mantener las medidas contra la pandemia, retomar de forma eficiente las atenciones rezagadas, aumentar el presupuesto en salud mental y la implementación del seguro universal de salud, son solo algunos de los temas de la larga lista de avances que se esperan del sistema sanitario. La nueva Secretaria de Estado pone las prioridades, entrega visiones y planes. Una hoja de ruta para los próximos cuatro años.
Por Patricio Cofré A.
Estaba en una reunión del Departamento de Trabajo Médico del Colegio Médico de Chile vía zoom. Por esa razón, esa tarde de jueves de enero pasado, la doctora Begoña Yarza, no había prestado atención a su celular. Al momento de terminar, tomó el teléfono y vio que tenía varias llamadas perdidas desde un número desconocido. Al ingresar a su WhatsApp tenía un mensaje del presidente electo -en ese momento-, Gabriel Boric, que le pedía conversar unos minutos.
Luego de responderle, al poco rato, volvió a sonar su celular. Pese a que se encontraba en su casa, decidió salir a caminar al pasaje donde vive, en la comuna de Peñalolén, para conversar con el futuro mandatario -que asumió el pasado viernes 11 de marzo-. Al terminar, relata, se sentó en la vereda y reflexionó unos instantes sobre lo que acababa de ocurrir.
“El presidente fue muy dulce, muy respetuoso y me dijo que quería que lo acompañara en su gobierno desde el Ministerio de Salud. Me emocioné. Le contesté de inmediato que sí, que era un honor”, recuerda. Pese a eso, rememora, mantuvo el secreto hasta el final: “Recién la noche anterior, cuando vi que mi nombre se había filtrado en algunos medios, le conté a mi mamá y a mi familia para que nadie se infartara”, cuenta entre risas.
Begoña Yarza se transformó en la nueva Secretaria de Estado en una de las carteras más complejas y con ello, asumió una serie de desafíos fundamentales para la situación sanitaria del país. Avanzar en un Seguro Universal de Salud, abordar la pandemia, las atenciones desplazadas, el creciente aumento de patologías de salud mental, el regreso de la tuición ética a los colegios profesionales, la brecha de especialistas y una larga lista de temas relevantes para el futuro del país.
La Dra. Yarza estudió medicina en la Universidad de La Habana, Cuba, y es Médica Cirujana de la Universidad de Chile. Además, es Magíster en Salud Pública de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Durante su destacada carrera ha tenido un amplio recorrido público y privado, ya que dirigió durante casi una década el Hospital de niños Exequiel González Cortés, fue subdirectora médica del Hospital San Borja Arriarán y fue Directora del Servicio de Salud Metropolitano Sur. También, ejerció como gerenta de Calidad y Gestión Clínica de la Clínica Santa María. En materia gremial, se desempeñó como Presidenta del Departamento de Trabajo Médico de nuestra Orden, cargo que dejó para asumir como Ministra.
Es precisamente desde esa experiencia que buscará realizar profundos cambios en la salud de los chilenos y chilenas.
¿Cuál es la principal prioridad para los primeros meses de gestión?
Hacernos cargo de las acciones y estrategias en relación a la pandemia. Cómo miramos los temas que se derivan de ella, no sólo a la respuesta inmediata o a la exitosa campaña de vacunación, si no que las consecuencias. Me parece que tenemos una deuda con aquellas personas que han perdido familiares o con Covid persistente o secuelas, y tenemos que hacernos cargo como sistema sanitario. La pandemia con todos sus bemoles. La vacunación como eje, la respuesta oportuna a la enfermedad y, por cierto, a las consecuencias. Esa mirada integral, es de la que tenemos que hacernos cargo.
¿Cuáles son las proyecciones de la emergencia para los próximos meses?
La OMS dice que nos acompañará hasta 2024, por lo tanto, tenemos que aprender a convivir con ella. Lo más probable es que olas importantes como Ómicron puedan volver a ocurrir, pero con menor impacto. Tenemos que ir haciendo el análisis según los datos del momento. Uno de los temas relevantes es cómo volvemos, sobretodo en el tema de los alumnos, estudiantes, niños, a lo presencial con seguridad. Vamos a trabajar con el Ministerio de Educación para poder sostener en el tiempo el regreso a clases en las mejores condiciones y de forma segura. Que sean los últimos en cerrar y los primeros en volver, siempre. Tenemos que mirar también lo que tiene que ver con la cultura, ese mundo que le hace falta a las personas en esta mirada más amplia de la salud mental, tenemos que ver cómo logramos volver al mundo cultural de las poblaciones, que está cercano a las personas, en una justa medida en la pandemia y sus posibilidades de contagio, y las actividades.
¿Cómo se evalúa el programa de vacunación que dejó el anterior gobierno?
La estrategia de vacunación ha sido súper exitosa y la vamos a mantener, hay que fortalecer a la autoridad sanitaria. Los centros de salud primaria, vacunación, trazabilidad priorizada y muy conectada con las Seremi, vamos a seguir manteniendo esa línea.
Hay un tremendo desafío en las atenciones desplazadas…
No es una tarea fácil, porque los equipos y los trabajadores están cansados por los dos años de persistente respuesta. Pero necesitamos organizarnos con creatividad con las organizaciones sociales, con los gremios para hacer una mirada lo más amplia posible para ir a buscar soluciones y las mejores prácticas. Debemos, coordinadamente, desarrollar una estrategia para resolver los problemas de salud que han sido postergados. Las cifras son demoledoras: dos millones de personas esperando una especialidad, 300 mil esperando una cirugía. Son enormes las brechas que tenemos que resolver. Tenemos que armar una alianza con todos los que estemos por mejorar la salud como son los colegios profesionales, los gremios, los trabajadores de la salud y las organizaciones ciudadanas.
Usted trabajó en informes de productividad de pabellones, tiene amplia experiencia en el sector público y privado… ¿Cómo ir avanzando en programas para abordar este rezago?
Trabajamos desde el programa del presidente Boric en el aumento de la capacidad y productividad de pabellones y de la respuesta de hospitales a la problemas de salud. La línea es, primero, optimizar la capacidad de nuestros hospitales. Yo trabajé en un informe del Consejo Nacional de Productividad y los datos que tenemos es que ocupamos el 54% del horario posible de la actividad de pabellones. En otras áreas esto es parecido. Tenemos que mejorar esa capacidad de producción, pero para hacer eso hay varios factores y tienen que ver con las condiciones laborales. Nuestro proyecto de aumentar la capacidad de respuesta parte de un eje, mejorar condiciones laborales. Los pabellones, unidades de procedimientos, muchas veces trabajan con grandes estresores de lunes a viernes, por lo que las licencias médicas son más altas en esas unidades.
Ese sería el cambio inicial, entonces…
Tenemos que mirar las condiciones laborales, modernizar la actividad hospitalaria y eso tiene que ver con tecnologías de información, de los gestores públicos de tomar buenas decisiones. También está el tema logístico, cómo hacer mejores compras, más estandarizadas, cómo convertimos Cenabast en un comprador, no solo de fármacos, sino que de aquellos insumos para que, comprados a mayor escala, nos entreguen mayores beneficios. Por un lado, tenemos que mejorar las condiciones de los trabajadores y las del sector público para responder. Otro factor fundamental es la participación de las personas. Vamos a hacer este esfuerzo, pero de qué problemas de salud. ¿Somos sólo los médicos los que decimos lo que es más importante o esa priorización la podemos hacer con las personas? Hay mucha experiencia, de priorización de la espera, de oportunidad de la atención. Quizás no es lo más relevante que esperen 100, si no cuánto es el tiempo que espera cada uno y si ese tiempo es justo y su enfermedad no se desestabiliza. Cambiar el foco de solo pensar en una fila, en la oportunidad de atención y tiempos máximos de espera. Podemos hacer protocolos con los profesionales de la salud, con nuestros colegas, pero también con las personas.
Sistema único progresivo
Simón Yarza, padre de la actual ministra, fue alcalde de Rengo entre 1971 y 1973. Era militante socialista cuando ocurrió el Golpe Cívico-Militar que derrocó al Gobierno de Salvador Allende. Fue detenido y exiliado. Junto a su esposa y sus tres hijos, entre ellas Begoña, se radicó en Cuba. Hace apenas dos años falleció, luego de ser concejal de la misma comuna y de ser reconocido como hijo ilustre. Renguina de corazón, una semana antes de asumir, visitó un Centro de Salud Familiar de la zona, se reunió con el alcalde y con equipos de salud locales en una de sus primeras actividades como futura Secretaria de Estado. “El acceso de la salud en Rengo está bien resuelto, en medio de la pandemia montaron un laboratorio y eso me parece un cambio de calidad y se hicieron cargo de una UAPO, es una atención primaria municipal con muchas ganas de resolver problemas, muy desafiante”, relató en una entrevista a un medio local.
¿Cuál es su mirada con respecto a la atención primaria?
La mejor respuesta a los problemas de salud, está en la atención primaria, lejos. El discurso biomédico de que la única respuesta es de un especialista, no es la mejor, ni la más integral. En muchas ocasiones, es necesaria, pero la gran mayoría de las personas pueden resolver su problema de salud en la atención primaria. Hay un eje de cosas más relevantes que es la universalización de la APS y fortalecerla. Nos imaginamos equipos de atención primaria atendiendo a la población que tienen a cargo y que cuando tengan dudas con respecto a un problema o sospecha diagnóstica, puedan hacer un contacto por telemedicina y una consultoría al especialista y resolver. O mirar varios problemas y ver qué se necesita, qué se requiere y entregar una capacitación para varios temas que no se han podido resolver. Necesitamos darle mayor capacidad de resolución a la atención primaria.
El foco estará en la atención primaria…
La atención secundaria debe estar al servicio de los equipos primarios y no al revés, que el centro sean ellos. Cuando uno hace eso y esos equipos son más capaces de resolver problemas de salud, la brecha de especialistas es bien distinta.
¿Qué pasará con el tema de seguridad, que se ha transformado en un problema grave y que desincentiva la llegada de médicos y médicas al sector público?
La violencia y mal trato me preocupan muchísimo, porque genera una gran desconfianza entre los ciudadanos y profesionales de la salud. Pareciera que la solución más fácil es encerrarnos, poner más guardias, poner más rejas, una comisaría adentro y dejar la relación más mínima con los pacientes. Eso es un craso error. Hay que diferenciar aquellos actos relacionados al narcotráfico, como lo que ocurrió en el Hospital El Pino, que hay que atender con el Ministerio del Interior, y otra es la relación cotidiana con las personas que atendemos y ahí aparecen malas palabras, gritos, y eso es consecuencia de la pandemia y los estresores. Tenemos que llamar a la sociedad civil pidiéndole que sean parte del diagnóstico y las organizaciones sociales a estar en la sala de espera y mediar para evaluar lo que está pasando, porque no podemos distanciarnos.
¿Qué se puede esperar del Seguro Universal de Salud?
Es nuestra propuesta de largo aliento, que sea capaz de instalar una mirada de derecho para las personas, independiente de dónde viven, cuánto ganen. Una primera etapa que creemos que debemos hacer es mancomunar los fondos públicos, con los que están relacionados con las instituciones de salud privada, las Isapres. El 30% de los recursos públicos vienen de las personas que cotizan en Fonasa y el 70% viene del Estado. Lo que queremos es que ese fondo reúna todos los esfuerzos de todas las personas y esto sea la base de financiamiento. Nosotros creemos que estamos en un momento histórico por la Constituyente, con un plebiscito de salida que definirá si ese articulado, esos grandes conceptos, se aprueban. Creemos que existe apoyo para que la salud sea un derecho y que para garantizarla habrá una definición básica, grande del sistema que tendremos. Lo más probable es que se hable de este Sistema Universal de Salud y nosotros a mediados de año estaremos conversando de esto.
¿Y cuál sería el modo de implementarlo?
Partiremos con la universalización de la atención primaria, con un fondo único que financie el sistema. Tendremos que avanzar en toda la institucionalidad que permita tener un sistema que garantice los derechos, pero la calidad también. Nos imaginamos un sistema que garantice calidad de la atención, pero que tenga prevención, promoción, rehabilitación. Queremos que sea como la Reforma Procesal Penal, desde las regiones. Así nos imaginamos que vaya avanzando la institucionalidad, desde las regiones para ir aprendiendo, con un ciclo de 8 a 10 años para que lo logremos.
¿Qué ocurrirá con la demanda permanente de ampliar el per cápita en salud?
No es solo aumentar el per cápita. Requiere de dos componentes, la renovación del programa y de las actividades que hoy tiene la salud familiar, tenemos que volver a mirar eso. Tenemos que revisar atributos, capacidades del modelo de salud familiar. Lo segundo, y muy relevante, es que existen indexadores para financiar la atención de salud y esos indicadores no son capaces de cerrar brechas de inequidad. Los indicadores son dicotómicos. Debemos utilizar indicadores socioeconómicos potentes que hablen de cómo corregir la brecha. Aumentar el pér capita, pero generando una forma de transferencias de recursos que reconozca territorios que tienen desventajas económicas, ruralidad, número de adultos mayores. No solo es más plata, si no que distribuirla de mejor forma.
¿Cómo reducir gasto de bolsillo en medicamentos?
Queremos copago cero para cáncer y reducir los gastos de bolsillo en exámenes y medicamentos y en eso nos puede ayudar la Ley de Fármacos II. En el caso de los exámenes, lo podemos hacer con el fortalecimiento de la capacidad diagnóstica de la red pública y entregando herramientas para que un médico de familia pueda solicitarlos en instituciones concertadas con el fondo único. Si alguien requiere scanner, ir a comprarlo, pero a un precio justo, con continuidad de la atención. Con respecto a Cenabast queremos ampliarlo y utilizar el modelo también a otras regulaciones de compras y ampliar la canasta de la Ley Cenabast.
¿Qué sucederá con la tuición ética?
He conversado con los convencionales que tienen que ver con salud y hay, a petición de todos los colegios profesionales, la intención devolverles la tuición ética. Creemos que esto es imprescindible. Hoy, para los médicos con conductas fuera del marco ético, no tenemos ninguna herramienta para sancionarlos. Incluso se pasan por el Comité de Ética del Colegio Médico, aunque no estén colegiados. Haber quitado la tuición ética es algo muy poco frecuente en países desarrollados. En Europa, EE.UU., tienen una fuerza tremenda los colegios en la opinión sobre conductas clínicas. Hay bastante consenso en esto.
¿Cómo reforzamos la salud mental?
Vamos a llegar al 6% del presupuesto en salud, que es el desde. Además, para fortalecerla, vamos a generar la Dirección de Salud Mental en el Ministerio de Salud. Los problemas de salud mental no solo están en la respuesta biomédica y la psiquiatría, ese es un camino para un grupo de personas. Pero la ansiedad, la desigualdad, la rabia, todas estas cosas que nos han ido pasando, nos parece que las estrategias mucho más ancladas con más psicólogos, terapeutas, fortalecer salud mental comunitaria. Y una de las señales es aumento de presupuesto y fortalecerla dentro del ministerio para que exista una sola mirada.
Subsecretario de Salud Pública: Dr. Cristóbal Cuadrado Nahum
Es Médico de la Universidad de Chile con un Magíster y Doctorado en Salud Pública de la misma casa de estudios. Se ha desarrollado en el ámbito académico como Investigador en el Centre for Health Economics de la Universidad de York y como Profesor Asistente en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile.
Ha sido asesor y consultor para el Ministerio de Salud de Chile, la Organización Panamericana de la Salud y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Ha integrado diversas comisiones de expertos en políticas públicas y ha ocupado un rol central en la conceptualización, diseño e instalación de una propuesta estructural hacia un Fondo Universal de Salud. Además, fue Secretario Técnico y luego presidente del Departamento de Políticas Públicas y Estudios del Colegio Médico de Chile, desde donde participó en la “Propuesta para la Reforma Integral al Financiamiento al Sistema de Salud”, dada a conocer en mayo de 2018. Fue parte del equipo MOVID, donde permanentemente se analizaron datos sobre la pandemia.
Subsecretario de Redes Asistenciales: Dr. Fernando Araos Dattoli
Médico Cirujano de la Universidad Finis Terrae, Máster en Salud Pública y Gestión Sanitaria de la Universidad de Granada y Magíster en Gestión de Salud de la Universidad de Desarrollo. Tiene experiencia liderando organizaciones de salud, como Hospitales Públicos, Clínicas y Sistemas de Emergencia SAMU. Ejerció en la Unidad de Hospitalización Domiciliaria y del Departamento de Gestión de la Demanda Asistencial del Hospital San Borja Arriarán. A nivel gremial, fue Secretario Técnico del Departamento de Salud Pública del Consejo Regional Santiago del Colegio Médico y fue parte de la Comisión Pre Constituyente del Colegio Médico. Ese equipo de trabajo elaboró el documento “Once elementos a considerar en la nueva Constitución, desde una perspectiva sanitaria”, que fue presentado ante la Comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional.