Mega incendios forestales: Llamado a actuar en la causa básica

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Dr. Mauricio Ilabaca Marileo
Presidente Departamento de Medio Ambiente COLMED

Quiénes crecimos en Concepción, veíamos en los veranos a los aviones Cansos pasar a cargarse de agua en la laguna grande de San Pedro, para luego ir a extinguir los incendios forestales que todos los años afectaban la zona, ya cubierta de plantaciones de pinos y eucaliptos. Las noticias en ese entonces señalaban que muchos de estos incendios eran generados por pirómanos o simplemente por aquellos que querían ver a los aviones Cansos en acción.
En esta última década se ha discutido acerca de la intencionalidad de los incendios forestales, destacando como causas inmediatas los intereses especulativos de cambio de uso de suelo para la expansión de proyectos inmobiliarios. También se han asociado a oscuros seguidores de causas que han amenazado incluso con hacernos arder, como ocurrió en 2017. Hoy, se discute que un 25% de ellos serían intencionales, de acuerdo a la autoridad.
Los incendios forestales nos han acompañado durante toda nuestra vida. Sin embargo algo ha cambiado que los hace hoy muy distintos a los de antaño. Los actuales incendios han sido más devastadores que los del 2017. ¿Cómo serán los próximos incendios en los años venideros?
Para ser eficientes y eficaces, los sistemas de gestión nos enseñan que debemos identificar siempre la causa básica para resolver los problemas y prevenirlos, de lo contrario éstos se volverán a manifestar. Por lo tanto, no nos podemos conformar con actuar a nivel de las causas inmediatas, sino que debemos ir a resolver las causas básicas, las llamadas “Causas de las Causas”.
En este contexto, hoy estamos viviendo las consecuencias de vivir en un país que presenta 7 de los 9 factores de vulnerabilidad al Cambio Climático. Destacan entre ellos zonas de bosques y áreas propensas a sequías, que, bajo los efectos del incremento progresivo de la temperatura del planeta, llevamos sufriendo 14 años de megasequía y olas de calor, que generan condiciones propicias para incendios forestales, cada vez de mayor envergadura.
Como médicas y médicos, sin duda es relevante actuar en la respuesta de la emergencia y luego en la recuperación, atendiendo las necesidades, entre ellas de salud, de miles de víctimas. Pero no debemos olvidar que es nuestro deber actuar también en la mitigación del cambio climático: prevenir sus impactos, no solo adaptarnos a él.
Para ello es necesario que nuestras autoridades de Cancillería y Medio Ambiente redoblen sus esfuerzos en los foros internacionales para que, en conjunto con los otros países, podamos cumplir las metas del Acuerdo de París: “reducir las emisiones de CO2 para que la temperatura media del planeta no supere los 1,5 °C”. Y que se sumen a esta labor el Ministerio de Salud, como un actor relevante, dado que la salud es la primera víctima del Cambio Climático.
Y en esta enorme y necesaria tarea, también las médicas y médicos podemos actuar dando el ejemplo, asumiendo la sustentabilidad en nuestros estilos de vida, educando a nuestros pacientes y abogando para que la Salud forme parte de la Agenda Climática Global.