Dr. Marcelo Acevedo
Presidente Depto. Medicina Privada
Homero y Virgilio en sus Odisea y Eneida, obligan a sus héroes Odiseo y Eneas a bajar al submundo, (Hades), para encontrar respuestas a sus angustias, dudas y sufrimientos. Es ahí donde se ven enfrentados a sus mayores temores… donde obtienen las energías y respuestas para continuar sus viajes y desafiar al destino o cumplir con este. Cuánto de viajes como los de estos héroes de la antigüedad debemos tener para encontrar nuestras propias respuestas. ¿Podremos alterar el tiempo ante los problemas? O seremos espectadores de nuestra propia travesía y tormenta.
Este 2024 se vislumbra como la continuidad de los vaivenes del año pasado, pues en materia de salud seguimos con las mismas crisis en sectores privados y públicos. La permanente incertidumbre sobre el destino de las isapres, la ansiedad de cientos de colegas preocupados por su estabilidad laboral, la angustia de miles de pacientes que no saben si podrán continuar adecuadamente sus terapias crónicas y con listas de espera de consulta de especialista y cirugías que crecen año tras año. A esto se suma, hospitales que carecen de insumos suficientes y que no tienen sus dotaciones completas. Plantas obsoletas, la continua fuga de especialistas, la mayoría desmotivados y poco reconocidos. Y un sinfín de problemas y falencias que muy a pesar del esfuerzo de la autoridad se mantienen con marginales cambios en su evolución, por ejemplo, la inseguridad.
Ese “crédito” que la población nos dio en pandemia, se agota rápidamente sin que podamos sostener con la esencia de nuestra labor: ayudar y acompañar al otro en su padecimiento. Para el Colegio Médico el desafío está en dar espacio para acoger esta multiplicidad de problemas con realidades diversas en su gestación y soluciones sistémicas que puedan dar respuesta a las permanentes exigencias de colegas en los distintos escenarios.
La crisis del sector privado hace necesario un permanente monitoreo legislativo donde se votará el proyecto de ley corta que busca dar una salida viable, tanto financiera como funcional, al subsistema. El tiempo avanza, los plazos son cada vez más acotados y las soluciones no aparecen. Las rigideces ideológicas, fuente de conflicto permanente en nuestra política nacional, han contaminado y dañado el alcanzar salidas y soluciones a una crisis que a todas luces no tiene el tiempo que los plazos políticos intentan imponer.
Para estar a la altura de este desafío debemos ser capaces de escucharnos y demostrar que podemos tener consensos. Las propuestas técnicas ya entregadas y trabajadas por expertos son una clara señal hacia donde dirigir las miradas en la búsqueda de soluciones. Para ello, la nueva Mesa Nacional y el Depto. de Medicina Privada están con una decidida posición para aportar en el debate, intentado ser un actor que entregue insumos adecuados en la salida justa y viable del problema.
Desafiar el destino y no llegar al Hades es la oportunidad que se nos ofrece, no la desperdiciemos.