Historia de la Medicina: Algunas plagas y epidemias ocurridas desde la antigüedad

3534

Desde sus inicios, las ciudades han ido mutando producto de epidemias que influyeron en comunidades y personas, modificando sus estilos de vida e, incluso, el curso de la historia. Las concentraciones de habitantes y la mejoría en las comunicaciones facilitaron la transmisión y diseminación de las infecciones y enfermedades en eventos que eran tan simples y normales en ese tiempo como viajes, comercio y guerras.

En efecto, cada cierto tiempo el ser humano ha ido sufriendo epidemias de la más variada índole, de las que, en su momento, se desconocía el origen, atribuyéndolas a causas divinas, terrenales o imaginarias, algunas ocasionando millones de fallecimientos.

En el Éxodo, se relatan las 10 Plagas de Egipto alrededor del 1.500 a.C. La tercera fue una plaga llamada “de Keenim” (que significa pulgas o piojos), que probablemente fue la base de las siguientes. La última cobró la vida de los primogénitos, incluido el ganado. Retrospectivamente, es posible teorizar que podría haber sido la peste bubónica.

En el año 1.100 a.C., los filisteos capturaron el Arca de la Alianza llevándola a Ashdod y otras ciudades, donde se produjo una plaga que diezmó la población. Finalmente fue devuelta a Israel, desatándose allí la enfermedad. Se especula que se trató de una plaga de ratones que transmitieron la peste.

En el 430 a.C., durante el reinado de Pericles, se produjo la Plaga de Atenas que mató dos tercios de su población, entre ellos Pericles, terminando con la rendición de la ciudad. Puede haber sido escarlatina, viruela, sarampión, tifus u otra enfermedad.

Durante el Imperio Romano destaca la Peste Antonina o Plaga de Galeno, entre 165 y 180 d.C. En su punto más alto fallecieron más de mil personas diariamente. Galeno abandonó Roma yéndose a Bérgamo, pero debió regresar. El emperador Marco Aurelio gastó su fortuna personal para mitigar el hambre de los romanos, falleciendo hacia fines de la epidemia víctima de la peste. Pudo haber sido viruela.

La Edad Media transcurrió entre dos pandemias de peste bubónica: la Peste de Justiniano, que mató al 40% de la población de Constantinopla y dejó debilitado al imperio bizantino en el siglo VI; y la que llegó a Europa en 1347 desde Asia Central, llevada por los tártaros hasta la península de Crimea y, desde allí, transportada involuntariamente por los comerciantes genoveses a través de los ratones en sus barcos. Se fue presentando cada cierto tiempo, con innumerables rebrotes, los que en suma mataron a la tercera parte de la población europea, pasando a ser conocida como la Muerte Negra. Fue descrita en la literatura de la época por Giovanni Bocaccio en el Decamerón, y produjo en Europa una catástrofe demográfica.

La sífilis, que fue llevada por la tripulación de Cristóbal Colón, hizo estragos en Europa. El médico Girólamo Fracastoro describió la enfermedad en un poema, “La sífilis”, publicado en 1530.

El cólera, endémico en la India, se conoció en occidente poco después de la llegada de Vasco de Gama, extendiéndose fuera del subcontinente indio en el año 1629. Se reportaron 64 brotes hasta fines del siglo XVIII y 6 en el siglo XIX, llegando a la mayor parte del mundo. La última llegó a América Latina en 1991.

No es el objetivo describir aquí cada una de las epidemias que han azotado al mundo. Basta mencionar que el siglo pasado sufrió la pandemia de gripe de 1918, la Gripe Española, que mató entre 50 y 100 millones de personas. También hemos visto aparecer nuevas enfermedades infecto-contagiosas como el VIH-SIDA.

Es posible que una pandemia como la que estamos viviendo en la actualidad, el COVID19, modifique tan profundamente nuestro modo de vida como aquellas epidemias que influyeron en el paso de la Edad Antigua a la Edad Media y de ésta al Renacimiento, con el que se inició la Edad Moderna, pero eso estará en el futuro en los libros de historia, de seguro cuando estén analizando una nueva pandemia que ataque a la población.

Dra. Carmen Noziglia

Profesora de Historia de la Medicina

Universidad de Valparaíso