Crónica: 40 años de médico

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Dr. Roberto Bächler
Generación 1982, Universidad de Chile

El 3 de diciembre del 2022, fecha en la cual tradicionalmente se celebra el día del médico, en los faldeos de la precordillera de la región de O’Higgins, específicamente en el recientemente remodelado hotel la Leonera, la generación de médicos que egresó el año 1982 de la facultad de medicina de la Universidad de Chile, se reunió para celebrar sus 40 años de profesión.

La belleza del lugar generaba un escenario propicio para recordar aquellas experiencias que nunca olvidaremos y que forman parte de nuestra historia profesional. El ambiente que se creó daba cuenta de mucha fraternidad, era un reencuentro de colegas y sobre todo de amigos de toda una vida. Hubo espacio para aquellos que lo desearan se expresaran y/o compartieran sus sentimientos, sus emociones, alguna vivencia o cantaran las canciones de su preferencia.

La Dra. Miriam Escobar elaboró un discurso en la cual recordó de manera muy amena y emotiva nuestros 7 años de estudiantes, destacando aquellos acontecimientos que forman parte de la historia de la Facultad de medicina, como lo fue nuestro siempre recordado centro de práctica clínica “El Jota”, nuestro querido hospital que en aquella época recibía el nombre de “José Joaquín Aguirre”, hoy Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el inolvidable casino de la “Laurita”, donde durante décadas generaciones de estudiantes y médicos concurrían a alimentarse después de exigentes clases y/o prácticas clínicas.

Asimismo, hubo espacio para recordar a aquellos compañeros que ya dejaron esta vida, un momento de tristeza, pero de profundo afecto por aquellos que partieron en etapas tempranas.

Fue un reencuentro con la ilusión de volver a ser por unas horas los jóvenes que fuimos: idealistas, sencillos, diversos, alegres, caminantes, protagonistas de una época de profundos cambios, lideres de numerosos discípulos, sembradores de mil árboles y escritores de innumerables historias.

El saludo que envió la actual Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, a través un video, generó un momento particularmente conmovedor. En su intervención, la autoridad universitaria nos hizo recordar el contexto histórico del periodo en que realizamos nuestros estudios de medicina (1976-1982), e hizo expresa mención a que nuestra generación demostró su coraje y su lucha por los valores propios de la Universidad, como lo es la libertad, esto haciendo alusión a la decisión de nuestro curso de no realizar la ceremonia de graduación dada la censura que la autoridad de la época quería imponer al discurso de los egresados. Este incidente determinó que nuestra ceremonia de graduación se realizara 20 años después, cuando los espacios de libertad se habían recuperado gracias al retorno de la democracia en nuestro país.

Para la ocasión el autor del presente articulo elaboró un poema conceptual donde se hace un recorrido por las diferentes etapas que pasa un médico, desde su periodo de estudiante hasta los 40 años de profesión que se celebraban en el encuentro, éste fue complementado por una breve prosa en la cual se hacía una breve reflexión relativa a la celebración y a la historia construida por cada uno de los asistentes en sus cuatro décadas de médico, la cual paso a transcribir:

“Cuarenta años de médico conmemoramos hoy, momento propicio para celebrar y reflexionar. Sí, celebrar; porque si bien el tiempo transcurre inexorable, cada uno de nosotros ha tenido la oportunidad y el privilegio de construir su propia historia, los pormenores de ella son inherentes a nuestro ser, pero sus efectos están reflejados en nuestra familia, en nuestros compañeros de trabajo, en nuestros amigos, en nuestros pacientes, en fin, en todo aquello en lo cual nuestro sello se hace presente. También es una oportunidad para reflexionar sobre el camino que hemos recorrido, en este sentido las palabras de José Luis Borges nos pueden ayudar a reencantarnos con las cosas simples de la vida, cuando afirma que en su vida le habría gustado contemplar más atardeceres; por otra parte, Amado Nervo nos puede inspirar con su poesía cuando señala que él fue el arquitecto de su propio destino. Nuestra reflexión nos debiera mostrar, que el mayor logro que podemos exhibir es que la senda recorrida es la que algún día soñamos y que la historia que hemos construido gratifica profundamente nuestro ser”.

El poema que antecedía a esta reflexión fue entregado en un pergamino junto a una espiga como recuerdo a todos los asistentes. Este escrito, junto con la foto de todos los participantes en el encuentro, constituyen registros que dan cuenta de la emotividad y del profundo espíritu de fraternidad de esta conmemoración.

Finalmente, solo cabe felicitar y hacer un sentido reconocimiento a la comisión organizadora integrada por los Doctores(as) Rodrigo Rivera, Marcela Rojas, Luis Rodríguez, Cecilia Morales, Dagoberto Pizarro, Nelson Wohllk, Claudia Martínez y Juana Paredes, quienes con encomiable esfuerzo, dedicación y mucho afecto fueron los artífices este hermosa y extremadamente afectuosa celebración.

Colegas y amigos de toda una vida, muchas gracias por haber compartido esta inolvidable conmemoración.


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Y juiciosa reflexión,
La senda que recorrí
¿Es la que algún día soñé?,
La historia que construí
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