Dr. Alejandro Illanes Mora
La felicidad es un sentimiento humano, inclusivo, con un ayer y un ahora, que sólo algunos saben descubrir en ellos mismos, así como hay quienes pueden pasar una vida sin saber lo que es ella.
Es posible reconocerla en damas o varones con cierta facilidad. Se les ve sonrientes, relajados, compartiendo su amistad, atentos, lúcidos y siempre dispuestos a ayudar o sostener. Generosos con sus tiempos y medios disponibles. Hacen con facilidad amores que respetan y mantienen reservados, sin esfuerzo. De ninguna manera ocultos.
Son bellos, sin ofender. Muestran su hermosura interior o exterior con humildad y sólo si se les observa. Sanos de cuerpo y alma, aunque la realidad sea diferente. Son buenos compañeros en labores o juegos. Si se han casado, lo han hecho con la mejor esposa o esposo y tienen buenos hijos, y lo expresan con humildad y recato. Duermen sus horas de vida y ven noticias o leen novelas con sereno interés. Es fácil percibir que están conformes de ser ellos mismos, a cualquier edad, de 8 a 80 años se muestran juveniles.
Disfrutan de climas fríos o cálidos con satisfacción y agrado. No muestran exigencias muy especiales por alimentos o frutas. Gustan de caminar o practicar algún deporte, sin preocuparles mayormente su tiempo o si ganan o pierden en competencia. Siempre están dispuestos a entrenar o enseñar algún deporte u opinar con discreción sobre escritos, citas o literatura.
Amables con las mascotas, pájaros libres u otros animales. Gozan de ver aguas limpias y naturales, de ríos, lagos; montañas nevadas, atmósfera transparente, plantas y árboles coloridos en plazas, valles, bosques. Hacen una convivencia fácil y cálida. Su amistad es sólida, ejemplar, cuando han de partir prefieren hacerlo calladamente, faltando a una despedida para no promover tristeza o dolor.
O Sea… Ellos son seres humanos felices, que evocan felicidad al mostrar cualquiera de los rasgos antes mencionado.
Cabe preguntarse: ¿Se puede aprender a ser feliz?
Octubre 2022.