¡LO HICIMOS DE NUEVO!

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Hace 69 años en 1948, un grupo de jóvenes de ambos sexos, entre los 16 y 20 años ingresamos a las Escuelas de Medicina que funcionaban en la época. La gran mayoría a la de la Universidad de Chile, muchos menos a la de Concepción y una veintena a la Católica, Escuela que no admitía mujeres.
Al grupo que inició sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, se le unieron al iniciar la etapa de formación clínica, los compañeros y compañeras provenientes de Concepción y al iniciar los estudios de especialidad, los de la católica. Siete años después, constituimos el grupo de egresados de Medicina de 1954, la mayoría de los cuales nos titulamos entre Diciembre de ese año y Marzo del siguiente.
En esa época, nuestra vida profesional no tenía las incertidumbres que afrontan las modernas generaciones de médicos egresados. Nuestra vocación y compromiso social era poderosos, determinantes de nuestro futuro. Para la mayoría nuestra formación escolar y profesional había sido prácticamente gratuita y el Servicio Nacional de Salud ofrecía amplias y generosas expectativas para todos. No existían la sociedad de consumo, la competencia por el éxito a como diera lugar; no era decoroso hablar de éxitos u objetivos financieros. El afán de lucro no era motivo de orgullo para nadie. Los incentivos profesionales consistían en adquirir un nivel de excelencia profesional logrado en años de carrera funcionaria y /o académica. En lo personal formar una familia, adquirir una casa de acuerdo a nuestros ingresos, eran objetivos deseables de acuerdo a nuestra condición de servidores públicos.
Nos correspondió y tuvimos la suerte de vivir un cambio revolucionario en el conocimiento y práctica profesional. Fuimos testigos y partícipes en menor o mayor grado, de hechos históricos ocurridos en nuestro país. La vida nos ofreció variadas alternativas personales, que felizmente no afectaron nuestro sentido de pertenencia al grupo de profesionales, del cual por destino formamos parte.
A parir de mediados de los años 80 del siglo pasado, nos hemos reunido periódicamente, cada cuatro y luego cada dos años, Alrededor de 160 alumnos de medicina se incorporaron a esta promoción, sea desde el inicio o a lo largo de la carrera.
Algunos abandonaron el estudio, otros quedaron atrás, incorporándose a otras generaciones, una proporción importante ha fallecido o no está en condiciones de participar.
Pese a todo nos contactamos con 50 colegas, de los que finalmente asistieron 30.
La reunión tuvo un sabor especial. La hicimos en la casa de Cultura del Colegio Médico. Disfrutamos en un ambiente tranquilo, con esplendida atención, en un espacio amplio, lleno de historia. Fue un encuentro cargado de sentimiento y fraternidad. ¡Lo hicimos de nuevo!
Dr. Alvaro Yañez del Villar