Los Médicos Mayores: ¿Cuántos son? ¿Dónde y cómo están?

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Por Dr. Álvaro Yáñez, Presidente AMM Santiago

Cuando se creó el Colegio Médico en 1948, la totalidad de los médicos pasaron a ser colegiados, requisito ineludible para ejercer en el país. Nuevas promociones de médico se incorporaban anualmente al Colegio, al mismo tiempo que quienes llegaban a edad de retiro, jubilaban.

Para beneficio de los médicos mayores y mantener el sentido de pertenencia institucional se dispuso que, al completar el pago de 480 cuotas de colegiatura y 540 pagos al Fondo de Solidaridad Gremial, situación que ocurría entre los 65 y 70 años, los médicos quedaban liberados de esos pagos conservando todos los derechos de colegiados de por vida sin necesidad de posteriores aportes.

Había buenas razones para ello, era una discriminación positiva, pero que, sin embargo, no lograba impedir, en la mayoría de esos médicos, una progresiva desvinculación de las actividades del Colegio.

La evolución demográfica y cambios sociales y económicos que han hecho que la familia nuclear pierda vigencia, ha hecho que aumente progresivamente la proporción de los mayores de edad respecto al total de la población, muchos de los cuales viven en precarias condiciones. Mantener o crear condiciones de vida saludable para las personas mayores se ha convertido en un problema y un imperativo social. De acuerdo con condicionantes económicos sociales, esta situación se presenta en forma diferente en comunidades específicas de la población y se puede suponer que también ocurre en nuestro cuerpo médico.

Hay acuerdo que es necesario crear condiciones y desarrollar medidas que contribuyan al bienestar de este componente de nuestra comunidad y en caso necesario entregar ayuda solidaria. Como un primer paso para afrontar este desafío, en el caso de la comunidad médica colegiada, es conveniente conocer su número, distribución, ubicación, características y condiciones de vida.

¿Cuántos son y dónde están?

De acuerdo a información de marzo del 2021, entregada por la Administración de COLMED, los médicos colegiados son casi 30 mil.

Las personas, cuya edad es de 65 años o más, se consideran convencionalmente adultos mayores, lo cual, para muchos sistemas previsionales, es la edad apropiada para el retiro de las actividades laborales. Del total de colegiados, más de 5 mil son médicos mayores. La mayoría de ellos iniciaron su carrera profesional como funcionarios de SNS, creado en 1952.  Esta condición de origen ha cambiado con la creación de numerosas Escuelas de Medicina con estudios completos y una gran cantidad de egresos anuales a partir de la década del 80. Ha aumentado el ejercicio privado de la profesión y no es obligatorio afiliarse al Colegio Médico.

Gracias a la cobertura nacional del SNS y a la creación de numerosos cargos de Medico General de Zona, a partir de los años 60, muchos de los egresados se desempeñaron como médicos en todo el país y contribuyeron a un importante avance cualitativo de los cuidados de salud en todo el país, incluso en los lugares más remotos. Estos médicos, en numerosos casos, formaron su hogar en el pueblo o ciudad donde se habían desempeñado como médicos y en alguna proporción, ahí viven su retiro. Por tanto, encontramos médicos mayores en todas las Regiones del país. Sin embargo, la mayoría vive en la Región Metropolitana, Valparaíso y Concepción, constituyendo el 75% de los médicos colegiados mayores.

Total de Colegiados, Número y Porcentaje de Médicos Mayores

Distribución por Consejos Regionales

El porcentaje de médicos mayores en el cuerpo médico (18%) puede deberse en alguna medida a mejores condiciones de vida de ese grupo con relación a la población general, pero la explicación real está en que todos los médicos mayores son colegiados y no todos los médicos jóvenes lo son. El número de médicos mayores residentes en el ámbito de cada Consejo Regional, varía de acuerdo al total local de colegiados y de las condiciones locales que cada retirado considere ventajosas o convenientes. El rango de la proporción de médicos mayores a nivel de cada Consejo Regional, varía del 11 % al 21 %.

Condición de vida de los Médicos Mayores

Cuando los médicos mayores se reúnen en forma continuada es posible que surja entre ellos algún grado de relación amistosa y de confianza.

Ello permite conocer en forma aproximada, pero superficial, las condiciones de vida de los colegas y concluir que, aparentemente, la mayoría de ellos viven bien.

Sin embargo, la relación continua permitió a las directivas de turno conocer graves situaciones individuales, felizmente infrecuentes, de colegas que, sin apoyo familiar o social, habían caído en problemas que hicieron imperativo ofrecer algún tipo de ayuda sea de orden social, de atención de salud o económica.

A causa de ello, las condiciones vida de los colegas mayores fueron tema frecuente en nuestro directorio, en Santiago, y puso en evidencia la necesidad de recoger información, analizarla, y una vez obtenida dialogar sobre el tema y llegar a conclusiones que se debían tener presente y servir de fundamento para definir un proyecto de ayuda solidaria, cuando fuese necesario. Hubo acuerdo en reconocer que las personas, al entrar a una edad avanzada, presentan cambios propios del envejecimiento, con reducción y a veces pérdidas de capacidades que limitan su actividad.

Por otra parte, en la mayor parte de las personas que envejecen hay conciencia y legitima satisfacción de haber cumplido, en forma parcial o total, de un proyecto de vida familiar, personal y profesional y que aún conservan parte de las capacidades que permitieron esos logros.

Cumplido el plazo para retirarse del trabajo institucional y jubilar se inicia un período de progresiva desvinculación de las actividades propias de la vida profesional. No siempre es un proceso grato y que llene de felicidad o júbilo la vida de quién se retira. Hay colegas que sienten la ausencia del ambiente de trabajo y la emoción y satisfacción de atender y resolver problemas de salud que afectan la vida de otras personas; otros rechazan abandonar su trabajo prolongando su vida profesional hasta muy avanzada edad. A veces contribuye a esta actitud la necesidad de mejorar sus ingresos, debido a una pensión insuficiente para cubrir sus necesidades.

En busca de información más concreta sobre la condición de vida de los médicos mayores, el año 2010 se efectuó una encuesta a casi 100 colegas que aceptaron participar. Aunque la metodología del trabajo era débil, dejó en claro algunos aspectos.  Se comprobó que la mayoría de los colegas vivían en condiciones aceptables, pero que casi todos sufrían progresivo aislamiento social, frecuente soledad y aburrimiento por falta de motivaciones para mantener una vida activa. Sin embargo, fue satisfactorio confirmar que, aparte de los colegas que seguían en actividad profesional o académica, había no pocos que mantenían una saludable y satisfactoria vida dedicando su tiempo a variadas actividades. Sin embargo, tanto o más importante fue saber que una proporción menor vivía en forma modesta, en aislamiento, siempre al límite de lo aceptable y en riesgo de caer en una situación crítica, condición que afectaba a cerca de un 3 a un 5% del grupo encuestados. Este hallazgo hizo evidente que había colegas ancianos que vivían en situación de precariedad.

Este hecho determina, como deber solidario, identificarlos, mantener contacto con ellos, incorporarlos a la red social que ofrece la AMM y en caso necesario, ayudarlos y conectarlos, cuando corresponde, con el Fondo de Solidaridad Gremial (FSG).

Una proporción importante de las ayudas del FSG es entregada a colegas que lo solicitan debido a problemas críticos de salud, económicos o sociales. La mayoría son personas de avanzada edad o invalidadas por enfermedad crónica. Es concebible que un mejor y más amplio contacto institucional, por medio de Agrupaciones de Médicos Mayores permita el desarrollo de un Programa de Bienestar y Solidaridad, organizado a nivel del FSG y que tenga carácter social, más preventivo, proactivo e integral, destinado a su aplicación focal en aquellos colegas, mayores o no, pero que efectivamente lo requieran.