Dr. Álvaro Yáñez del V., Presidente Agrupación Médicos Mayores COLMED
En las actividades culturales que la AMM ha mantenido por años en la Casa de la Cultura, está la presentación de videos con música clásica, sea de obras completas o partes seleccionadas, e incluso pequeños trozos de piezas musicales o interpretaciones de solistas, de calidad excepcional, que el responsable de la actividad denomina píldoras a estas últimas.
Pero además, siguiendo la práctica que por años impulsó el Dr. Icekson, cada vez que es posible, se invita a conjuntos de cámara, cuartetos, solistas e incluso, conjuntos corales, para que se presenten en la Casa de la Cultura, constituyendo una experiencia extraordinaria, pero en ningún caso, superior a la de los videos de presentación habitual. Pero las presentaciones en vivo, desde otro punto de vista, muestran la carga emocional y humana que despierta la interpretación de la música en forma vivencial, lo que invoca un sentir como ella aparece y fluye de los instrumentos y en ocasiones, de la voz de los intérpretes.
Por ejemplo, hace poco tiempo, en el mes de Abril, se presentó el conjunto dirigido por el Maestro Millapol, quien acompañado por sus discípulos, presentó un recital de música clásica de la India. En dicha oportunidad, entregó la información general sobre esa música, su motivación, significado y características de su interpretación. Luego, en el curso del concierto, explicó las particularidades que correspondía señalar, en especial, en lo referente al papel de cada instrumento en la presentación.
Llamaron la atención los instrumentos del conjunto, consistentes en una flauta de bambú, bonsurí, que instalaba el tema, dos de cuerdas, uno tocado al arco, sorangi, el cual mantenía un sonido armónico presente en forma continua durante toda la interpretación, mientras el otro instrumento de cuerdas pulsadas, llamado sitar, entregaba la melodía con sus variaciones. A él se agregaba una tabla de percusión consistente en dos tambores, tocados con las manos y que entregaban sonios diferentes, acompañando o haciendo el contrapunto a las melodías. Los músicos estaban cubiertos por un ropaje tradicional indio y ejecutaban sus interpretaciones sentados en una alfombra sobre el suelo.
Según el Maestro Millapol, la música clásica india siempre se refiere a un relato o acontecimiento tradicional, raga, que data de 2.000 años o más. En esta música es posible distinguir tonos y semitonos, pero como no se ha desarrollado en esa cultura un sistema de notación musical, la ejecución siempre es improvisada, pero sujeta a reglas precisas y tradicionales. El sarangi, con su sonido sostenido, contribuye a crear un estado anímico de tranquilidad, incluso de paz interior y de entrega a la melodía que ejecutan los otros instrumentos.
Hubo un numeroso público que disfrutó de una sesión musical que para la mayoría, fue novedosa, inusitada y motivadora, y que por momentos, lo enfrentó a una mínima visión de una cultura milenaria.
Finalmente un detalle anecdótico: posiblemente por primera vez, en los salones de esta casa, que perteneció a don Pedro Aguirre Cerda, se escuchó música de la India.