Por una práctica segura en el ejercicio de la medicina

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Tres facultativos coinciden en la necesidad de instalar una nueva Cultura de Seguridad, impulsando la notificación anónima de incidentes en red entre hospitales y clínicas y educando a las nuevas generaciones.

Por Patricio Alegre A.

Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsa a nivel mundial la seguridad del paciente, en Chile desde hace varios años un grupo de destacados médicos especialistas llevan adelante una lucha en igual sentido desde sus diversas áreas de labor asistencial.

Para la presente edición especial, contactamos al impulsor y coordinador del Sistema de Acreditación de Calidad de recintos de salud en Chile, el Dr. Rodrigo Contreras; la gerente de Calidad de Clínica BUPA a nivel nacional, miembro de la Sociedad de Calidad Asistencial de Chile y docente de la Universidad de Chile, Dra. Giovanna Gutiérrez y el destacado experto en notificaciones de incidentes en anestesia y vicepresidente de la Sociedad de Anestesiología de Chile, Dr. Cristián Rocco. El objetivo fue conocer una visión en profundidad de la seguridad del paciente a nivel nacional, luego que el pasado 17 de septiembre, con ocasión del Día Mundial de la Seguridad del Paciente, la OMS diera a conocer que 2,6 millones de personas pierden la vida cada año por daños en atenciones médicas que pudieron ser evitados.

ACREDITACIÓN

El Dr. Rodrigo Contreras Soto, médico cirujano especialista en Salud Pública, trabaja actualmente en el Hospital Luis Calvo Mackenna como asesor en el Departamento de Calidad de ese recinto asistencial.

Fue uno de los primeros médicos en Chile que tuvo la tarea de construir los estándares de calidad y el diseño del sistema de acreditación de prestadores. Desde su trabajo en la Superintendencia de Salud, a cargo de la coordinación de este proceso, recuerda:

“Empecé a trabajar en este tema en 2006, en la Superintendencia de Salud y en acuerdo con el Ministerio de Salud. Por encargo de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, comencé a desarrollar el diseño del sistema de acreditación. En lo que es la garantía de calidad, todo partió como un impulso por la seguridad del paciente, con alguna entrada en los temas de calidad. Tres años antes, había partido el Auge y era necesario avanzar en tener un estándar de calidad. Los estándares de calidad no pueden ser estáticos y deben ir mejorando. Hay que avanzar siempre en una mejora continua”, sostiene el facultativo.

El médico reconoce que  “hemos iniciado el camino de seguridad de los pacientes por la vía de la acreditación. Pero hay que entender que la acreditación es sólo el primer paso, debemos introducir a los prestadores en una cultura de seguridad, que es lo mejor para nuestros pacientes”, puntualiza.

Según el experto, la principal experiencia de América en materia de seguridad es la impulsada por la Joint Commission International, dependiente de la OMS, con fuerte incidencia en Canadá y Estados Unidos. El trabajo de esta entidad se ha extendido al resto de América Latina y en Chile tienen algunos prestadores acreditados, como la Clínica Alemana, Clínica Las Condes y el Hospital de la Universidad Católica.

Logramos poner en funcionamiento una plataforma de notificación de incidentes voluntaria y anónima, cuyo centro final es aprender del error.
Dr. Cristián Rocco M., Magíster en Seguridad del Paciente y Calidad de la Atención, Vicepresidente de la SACh.

“Respecto de esta entidad, que tiene un estándar universal, nuestro nivel como país es equivalente y en algunos aspectos hasta un poco más exigente, particularmente en materia de gestión clínica y derecho de los pacientes. Esto porque en el caso chileno, se estableció el avance a la seguridad médica y de los pacientes a través de un sistema de acreditación de calidad y una Ley de Deberes y Derechos de los Pacientes”, afirma.

Para tener una cultura de seguridad, asegura el Dr. Contreras, debemos aprender a reconocer los errores. “Reconocer un error no es fácil, porque tenemos una cultura centrada en el éxito y la probabilidad de sacar un error a la luz pública es más bien baja”, observa. Por este motivo, subraya que los sistemas de notificación de incidentes y eventos adversos no debiesen ser punitivos. “Las personas debieran saber que no serán castigados por cometer un error, porque esa es la única forma de mejorar”, enfatiza.

En cuanto a los distintos métodos de análisis de eventos adversos, estima que “todos tienen sus ventajas y limitaciones, pero lo más importante es que todo el equipo de salud esté involucrado, participe y aprenda”.

EL IMPORTANTE ROL DE LOS PACIENTES

El especialista considera que para otorgar seguridad a los pacientes, los médicos deben incorporar al paciente en el proceso. En el acto médico, están en juego dos derechos fundamentales en salud, que son la autonomía del paciente y el derecho a la información. Hay que explicarle al paciente muy bien cuál es su estado de salud, cuáles son las mejores alternativas para solucionar su problema y todos los riesgos”, detalla.

El Dr. Rodrigo Contreras agrega que se debe considerar que la medicina no está exenta de errores. “El riesgo cero no existe. Cuando uno dice que un establecimiento de salud está acreditado, no está diciendo que no va a ocurrir un evento adverso. Lo que se está afirmando es que en ese recinto se han tomado todas las medidas para disminuir al mínimo posible los eventos adversos. Y eso hace una diferencia efectiva”, sostiene.

EXPERIENCIA EN CLÍNICA

Para conocer la experiencia desde el sector privado de salud, tomamos contacto con la Dra. Giovanna Gutiérrez, Magíster en Gerencia y Políticas Públicas, ex subsecretaria de Redes Asistenciales y Gerente de Calidad de Clínica BUPA, Chile. “Nosotros lo que hacemos es desarrollar una política de gobierno clínico y dentro de ella uno de los elementos más fundamentales es lo relacionado con la seguridad del paciente”, afirma.

La mirada de la seguridad del paciente es una mirada más sistémica. Si uno enfoca toda la atención en buscar quién fue, el sumario, o a quién hay que sacar, nunca resolvemos el problema.
Dra. Giovanna Gutiérrez P., Magíster en Gerencia y Políticas Públicas, ex subsecretaria de Redes Asistenciales y Gerente de Calidad de Clínica BUPA, Chile.

Según la Dra. Gutiérrez, un objetivo es construir a todo nivel una cultura de seguridad médica y de los pacientes. “Debemos asumir que existe la posibilidad que nos podemos equivocar. Que en nuestra actividad médica no somos infalibles y que esos errores debemos ser capaces de identificarlos, comprenderlos y comunicarlos. Y que una vez que se comunican, tener la capacidad de investigar y determinar por qué nos sucedió”.

En ese sentido, llama a tener en cuenta que los errores asociados a la atención de salud se producen por una multiplicidad de factores. “El profesional de salud o médico que comete un error es uno de los factores involucrados, pero muchas veces no es el más determinante. Y si uno enfoca toda la atención en el modelo habitual que tenemos en buscar siempre, nunca resolvemos el problema. La mirada de la seguridad del paciente es una mirada más sistémica”. A su juicio, eso significa “comprender el sistema en su conjunto, mirar todas las posibles cosas que pudiesen haber fallado, para identificar el fondo y poder generar acciones de mejora”.

NOTIFICAR LOS INCIDENTES

La ex subsecretaria de Redes Asistenciales considera que para incentivar las notificaciones, primero es necesario construir confianzas en los equipos sanitarios. “Lo más importante es ir generando una fuerte confianza en nuestros equipos de salud. Lograr un aumento de notificaciones no quiere decir que tengamos más errores, sino que la gente se está atreviendo a comunicarlos”, recalca.

Según la especialista, este trabajo ha permitido establecer que en la clínica –compuesta por más de ocho mil funcionarios- “sí tiene sentido notificar, tiene suma importancia aprender de los errores y aprender a estar alertas y cómo nuestras propias acciones pueden ir previniendo el daño a los pacientes”.

La Dra. Gutiérrez recuerda que ya en 1999 la OMS marcó el rumbo en esta materia, a través de la publicación “Errar es Humano”.

“Estudios más recientes señalan que los errores en salud podrían alcanzar la tercera causa en materia de fallecimientos. O sea, estamos hablando de un problema epidemiológico mayor. Por esta razón, desde el 2000 se genera a nivel mundial por parte de la OMS el impulso de instalar el tema de la seguridad de los pacientes entre las principales políticas públicas en salud que debe generar cada país”.

Sin embargo, como miembro de la Sociedad de Calidad Asistencial de Chile, manifesta su preocupación por la ausencia de una política pública en Chile orientada exclusivamente a la seguridad de los pacientes. “Tenemos una política pública que habla de acreditar las instituciones de salud. Pero esa acreditación no necesariamente está vinculando la construcción de una cultura más segura. Yo puedo tener un hospital acreditado, pero ese centro de salud no tiene noción interna de que puede dañar al paciente. Incluso, el tema de los eventos adversos es una característica menor dentro de lo que se evalúa en la acreditación y no necesariamente se está mejorando la cultura del recinto asistencial”, remarca.

Finalmente, y desde su mirada académica, advierte una falta de formación de los médicos chilenos en los temas de seguridad del paciente.

REGISTRO DE NOTIFICACIONES

Otro especialista de importante trayectoria en materias de seguridad médica es el Dr. Cristián Rocco, actual vicepresidente de la Sociedad de Anestesiología de Chile (SACh) y médico jefe del Servicio Quirúrgico de Clínica Las Condes. El profesional es reconocido por impulsar en el sector público y privado de salud la notificación de incidentes en anestesia.

“La iniciativa de tener un sistema de registro de incidentes en anestesia (en Chile) viene desde 2015, con los directorios anteriores de la Sociedad de Anestesiología, recogiendo lo que ha sido una tendencia mundial a nivel de la medicina”. Ello porque ya desde el año 1999, el informe del Instituto de Medicina de Estados Unidos “Errar es humano”, hace la recomendación de tener sistemas de notificación de incidentes, ya sea voluntarios u obligatorios.

La acreditación es sólo el primer paso. Debemos introducir a los prestadores en una cultura de seguridad, que es lo mejor para nuestros pacientes.

Dr. Rodrigo Contreras S. Especialista en Salud Pública, ex jefe de división de APS del MINSAL y actual asesor en el Dpto. de Calidad del Hospital Luis Calvo Mackenna.

El Dr. Rocco explica que la acreditación nacional hace exigible un sistema de notificación hospitalario general, pero no específico para anestesiología y reanimación. “Nosotros hicimos eco de esa necesidad y empezamos a trabajar junto con una asociación sin fines de lucro llamada SENSAR –Sistema Español de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación-, que ha venido trabajando en una plataforma de notificación de incidentes en red desde 2009”, relata. Explica que SENSAR tiene convenio con la Fundación Internacional Por la Seguridad del Paciente y los Movimientos por la Seguridad del Paciente en Anestesia y cuenta con el patrocinio de la Sociedad Española y la Sociedad Europea de Anestesiología.

En 2016, la SACh firmó un convenio de colaboración mutua con SENSAR, capacitando a más de 160 profesionales entre médicos y enfermeras. Sin embargo, el Dr. Rocco destaca la importancia de  contar con una plataforma electrónica a través de la cual se puede trabajar en red y optimizar la notificación de los eventos.

“No sólo nos trajimos los cursos de seguridad, sino que también logramos poner en funcionamiento una plataforma de notificación de incidentes voluntaria y anónima, cuyo centro final es aprender del error, conversar sobre la materia y proponer medidas de mejora para reducir la probabilidad de ocurrencia”, señala.

PLATAFORMA PITELO

El Dr. Rocco explica que el sistema español de notificación se apoya en una plataforma llamada PITELO, acrónimo por sus siglas en español, que incluye los factores contribuyentes en la aparición de un incidente en salud: Paciente, Individuo, Tarea, Equipo (humano), Lugar (de trabajo) y Organización.

A la fecha, SENSAR cuenta con 119 hospitales en red a nivel europeo y latinoamericano, de los cuales 7 son hospitales públicos chilenos. En dicha lista figuran el Hospital de la Florida, Clínica Las Condes, Hospital San Juan de Dios, Hospital del Complejo Víctor Ríos Ruiz de los Ángeles, Hospital de Puerto Montt, Hospital Las Higueras de Talcahuano y el Hospital Luis Calvo Mackenna.

Gracias al trabajo internacional en red de todas las plataformas, se han notificado anónimamente 10 mil 300 incidentes en anestesia, facilitando 18 mil medidas de mejora en los procesos.

Actualmente, el Dr. Rocco se encuentra en conversaciones con hospitales de Perú y Colombia, para promover a través de capacitaciones una cultura de seguridad. El segundo paso será instalar la plataforma informática desde la cual se notificarán los incidentes en anestesia, la misma que facilitará la búsqueda de soluciones que entreguen una mejor atención a los pacientes.


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Ver en nuestro sitio web nota especial “La Seguridad del Paciente es la Seguridad del Médico”.

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