Radiografía de un país al debe en prevención

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Según la OPS/OMS, nuestro país tiene la mayor prevalencia en América de uso de este producto (38,7%), responsable de graves problemas a la salud, que van desde el cáncer hasta enfermedades respiratorias crónicas.

Cada 31 de mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) busca poner alertas entorno al consumo del tabaco y este año el énfasis de la campaña estuvo centrado en la salud pulmonar, considerando que produce una serie de patologías asociadas, desde enfermedades respiratorias crónicas, cardiovasculares y cerebrovasculares, hasta el cáncer. Esto genera una constante preocupación para el Gremio, ya que lidera las causas de muerte a nivel mundial. Pese a que la tendencia va descendiendo lentamente, las cifras siguen siendo muy altas y teniendo un grave impacto en la salud de nuestra comunidad.

Más aun en Chile, donde el panorama es algo más desalentador. Según la OPS/OMS, nuestro país tiene la mayor prevalencia (38,7%) en consumo de tabaco en América, con una clara tendencia al aumento en la población femenina. Además, el tabaquismo absorbe más del 10% del costo de salud.

Ante este escenario, el Colegio Médico de Valdivia junto al médico broncopulmonar y Presidente de la Sociedad de Enfermedades Respiratorias Filial Sur, Dr. Nelson Toro, hace un llamado a la prevención, en especial en los segmentos más jóvenes de la población que son los más vulnerables a la hora de adoptar este mal hábito.

El Dr. Toro explica que “la Sociedad Americana del Cáncer da cuenta que quienes tienen padres o amigos fumadores, tienen mayor propensión a iniciarse en el tabaco. De la misma manera, quienes comienzan en la adolescencia, tienen mayor posibilidad de desarrollarlo como un hábito”.

Pero dejar de fumar no es una meta fácil de lograr, acota el especialista, quien agrega que “está estudiado que el consejo médico tiene una efectividad del 10% para cese del tabaquismo. Dentro de los pilares básicos reconocemos el uso de fármacos, el soporte sicológico, el manejo de la adicción y el apoyo socio/familiar. Como dato curioso, está comprobado que el cese absoluto tiene mejor rendimiento que el descendente y paulatino en el consumo de cigarrillos. También es interesante hacer notar que el fracaso tiene bases genéticas y puede ser medido por biomarcadores”.

A nivel local, según cifras de la SEREMI de salud de Los Ríos, el consumo de tabaco en la región es 14% más bajo que el promedio país, posicionándose en 26,5%, sin embargo se mantiene la tendencia de mayor consumo en el grupo de mujeres de menos de 15 años. En este contexto, llama la atención la falta de datos sistemáticos respecto a la cuantificación de un problema de tal magnitud.

AVANCES EN MEDIDAS PREVENTIVAS

En materia de avances, el médico indica que la ley de tabaco (Ley 19.419), promulgada en 2005, ha tenido una serie de modificaciones que han buscado potenciar el efecto de cese de tabaquismo, con un impacto mayor de las que consisten en la prohibición de fumar en lugares cerrados de acceso público, eliminación absoluta de publicidad y la implementación de advertencias frente a su consumo.

Es así como diversos sondeos revelan que la Ley de Tabaco ha favorecido efectivamente la disminución del tabaquismo, explica el médico. Así lo indica la última Encuesta de Calidad de Vida, que indica una reducción del consumo de 39,5% (2006) a 30,1% (2016).

En tanto, según la Encuesta Mundial de Tabaco en Jóvenes (EMTJ), diseñada por la Organización Mundial de la Salud, se ha registrado una significativa disminución en el consumo de tabaco entre los escolares de 13 a 15 años. La última medición en Chile (2016), reveló un descenso en el consumo de cigarrillo en todas las regiones.

Para el Dr. Toro, la política implementada en Chile es la adecuada, con mejoras constantes a la misma, lo que ha permitido impactar positivamente en el control del tabaquismo. Este tipo de políticas ha sido el mismo que las establecidas en otros países con éxito como EEU. Lo que debe venir a continuación es insistir en el endurecimiento de las políticas. Sin embargo es evidente que los grupos vulnerables (jóvenes) no están siendo adecuadamente abordados, requiriendo un refuerzo en la educación e información que se entregue a los menores, tanto en sus colegios como en sus hogares, con hincapié e hábitos saludables desde muy pequeños como por ejemplo lo que se realiza en Japón.

Nota aparte merecen los cigarrillos electrónicos. “Pese a que el efecto es más seguro que los cigarrillos tradicionales, igual se entrega una cantidad de carcinógenos y tóxicos. Frente a esto la recomendación general de uso en la población general es negativa, por tanto, su venta debe estar regulada y su uso restringido a algunos subgrupos específicos de pacientes”, acota el Dr. Toro.