La profesión médica, dedicada al cuidado y sanación de las personas, tiene un rol inherente de defensa de los derechos humanos. A través de nuestro departamento en la materia, liderado por el Dr. Enrique Morales, nuestro Colegio se ha posicionado como una entidad relevante y creíble a nivel nacional y como un espacio de apoyo a ciudadanos que han sufrido vulneraciones, pero también como organismo encargado de recopilar información. Tras el estallido social del 18 de octubre, los integrantes del departamento trabajaron arduamente en la elaboración de peritajes e informes de lesiones en el marco de los derechos humanos. También, junto a nuestro Vicepresidente Nacional, Dr. Patricio Meza, y la Sociedad Chilena de Oftalmología, solicitaron desde un inicio a la autoridad eliminar el uso de balines, ante el alto número de lesionados con trauma ocular grave. Además, generaron propuestas para fiscalizar la composición y el uso de los elementos disuasivos y de nuevos protocolos para las policías, con el fin de que puedan realizar su trabajo sin dañar a la población.
Esta labor en la atención de lesionados y la generación de propuestas para llevar a cabo el control del orden público resguardando los derechos de las personas, los llevó a ser requeridos en varias ocasiones desde distintas Comisiones de la Cámara de Diputados y del Senado y por organizaciones como Amnistía Internacional, Comisión Interamericana de DD.HH., la misión de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, OPS, entre otras.
En esa misma línea se apoyó una querella contra los responsables de las lesiones del joven estudiante Gustavo Gatica, cuyo caso remeció al país, luego de perder la visión de sus dos ojos, tras ser impactado, presuntamente, por una bomba lacrimógena; se condenó el caso de abuso sexual a un estudiante de medicina en el contexto de una detención; y se entregó el apoyo a Diego Lastra, alumno de 7º año de medicina, que perdió un ojo en el marco de una manifestación la noche de Año Nuevo en Plaza Italia.
Su labor de capacitación permanente estuvo marcada por iniciativas que contaron con alta participación. En enero de 2018, se realizó junto a la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile un coloquio sobre “Violencia política, víctimas de tortura y pueblos originarios”, en el que participaron cerca de 120 personas. En octubre del mismo año realizó un curso para realizar Protocolos de Estambul y al mes siguiente el taller denominado “El derecho de rehabilitación de los sobrevivientes de la tortura y otros malos tratos: Estándares e indicadores”. También, abordaron temáticas de sexualidad y diversidad funcional, desde el ámbito de los derechos humanos, en dos seminarios en agosto de 2018 y de 2019. Y a fines de ese año pusieron a disposición de los equipos de salud un curso online de Elaboración de Informes Médicos de Lesiones en el marco de los Derechos Humanos.
Y porque “Con memoria construimos futuro”, en 2018 se realizó la colegiatura simbólica de 22 médicos asesinados o desaparecidos durante la dictadura militar, hecho que se conmemoró, además, con un operativo médico en la Región de la Araucanía en el que se atendieron a más de 350 pacientes de las listas de espera de la zona. En 2019, la colegiatura se extendió a 7 nuevos médicos que ese año recibieron su título de medicina de forma póstuma.